LibertadSample
Libertad emocional
Aún conociendo la verdad de lo que Cristo hizo por mí, permití que el enemigo tomara el control de mis pensamientos y, como consecuencia, de mis emociones.
Una de las maneras de atarnos emocionalmente es el rencor, y este comienza por la ofensa. Nos ofendemos cuando alguien nos da un trato que no merecemos, cuando dice lo que nosotros no somos, y nos quita algo que nos pertenece por un instante. Luego, esa persona se va la mayoría de veces sin pedir perdón, dejándonos unos grilletes en el pensamiento que nos recuerdan lo que no somos o lo que no tenemos, y nos convertimos en prisioneros. Nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra huestes espirituales de maldad, y aquí es cuando la maldad nos tiende una trampa en forma de alguien que amamos y eso es lo que más duele.
Conocer la verdad y apoderarnos de ella, nos libera. Cristo fue humillado, agredido, ofendido, calumniado; fue a la cruz por nosotros, enterrando en ella todas esas agresiones y las hizo propias para que en nosotros no tuvieran efecto de muerte y que, por encima de las ofensas, pensáramos en Su amor y en todo lo bueno que Él tiene para nosotros.
Por cada calumnia, pensemos en cuán valiosa es nuestra vida para Él y cuántos planes tiene aún para nosotros. Entonces, podremos ser libres y soltar aquello nos haya ofendido, porque Cristo ya tiene la restitución y la doble porción para sanarnos con Su amor. No nos quedemos en la amargura del “no me trataron como merecía” y pongámonos las alas que nos dicen: “Dios me da más de lo que merezco y soy libre hoy”.
About this Plan
Existen áreas en las que aun siendo cristiana, estaba presa, pero el Espíritu Santo fue mostrándome citas que me llevaron a experimentar la verdadera libertad en Cristo. Esa verdad nos hace libres, pero no siempre la aplicamos en nuestras vidas. En estos 5 días de lectura, mi oración es que Jesús rompa cada cadena en lo emocional, espiritual y físico de tu vida, y te haga verdaderamente libre.
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