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El amor redentor de Dios

Juan 3:17 (NVI) - "Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él".

Reflexión:

En este versículo tan hermoso, encontramos el corazón del Evangelio, la esencia misma del amor redentor de Dios. A través de estas palabras, comprendemos que la misión de Jesús no fue venir a juzgar o condenar al mundo, sino a salvarlo. El Padre envió a su Hijo amado, Jesucristo, como un regalo de amor para toda la humanidad.

El propósito de la venida de Jesús es claro: brindar salvación y reconciliación con Dios. En lugar de alejarnos por nuestras fallas, Él nos acerca a través de su amor incondicional. Nos muestra que, sin importar nuestras imperfecciones, hay esperanza de perdón y vida eterna a través de la fe en Él.

Oración:

Señor, hoy te agradecemos por tu amor redentor. Gracias por enviar a tu Hijo Jesús al mundo para salvarnos. Ayúdanos a comprender el profundo significado de este regalo y a vivir una vida de gratitud y entrega a tu voluntad. Permítenos compartir este mensaje de esperanza con otros, para que puedan experimentar tu amor transformador. En el nombre de Jesús, amén.