Él nos entiende. ¿Quién dijo Jesús que era?Sample
#2 Él nos satisface.
Juan 6
Tal vez no tendré lo suficiente… Todos le tememos a esto. Por lo general, se trata de dinero, pero también podría tratarse de tiempo, amor, paciencia o algún otro recurso agotable. Si lo dejamos, este miedo nos encasilla. Nos convence a guardar todo lo que tenemos, incluso cuando ya tenemos lo suficiente. Porque, ¿y si no?
Hoy nos encontramos con Jesús en una colina en Galilea. Es abril del año 32 d. C. El reloj corre. Por estas fechas el próximo año, Jesús estará en la cruz. Hoy está enseñando a una multitud sentada en una pendiente con vista a un lago (Juan 6:1-14). Miles han caminado por millas para escucharlo. Algunos desde mucho más lejos. Todos tenían hambre. Algunos nunca han dejado de tenerla.
Tal vez con un guiño en su ojo, Jesús le preguntó a uno de sus estudiantes:
—Eres de por aquí… ¿dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?
Felipe, el estudiante exasperado, dijo:
—Ni con el salario de ocho meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno.
Al escuchar esto, Jesús les dice a sus estudiantes que inviten a todos a su mesa. Un niño generoso le ofreció a Jesús su almuerzo que consistía de algunas galletas y sardinas, y Jesús lo multiplicó lo suficiente como para alimentar a cinco mil hombres hambrientos y sus familias. Y no solo un bocado, sino un festín. Todos comieron hasta que estuvieron satisfechos.
¿Qué pasó? ¿Cómo?
—Yo soy el pan de vida —Jesús les dijo a sus estudiantes—. Más que el milagro de lo que hizo es el milagro de quien dice ser. «Ven a mí y nunca volverás a tener hambre».
Todos tenemos hambre de algo. Hambre de algo más que comida y sed de algo más que bebida. Hasta nuestras mejores relaciones y nuestros sueños cumplidos no nos satisfacen del todo. Cuando Jesús nos dice quién es, dice:
—Yo soy el que te satisfará.
Las afirmaciones que Jesús hizo sobre sí mismo trascienden el tiempo. Lo que significa que incluso hoy estamos invitados a su mesa y llenarnos. Eso es lo que significa seguir a Jesús: creer lo que Él dijo sobre sí mismo y actuar en consecuencia.
Si estás ansioso por no tener lo suficiente, puedes:
1.… Preguntarle: ¿Qué quieres darme? ¿Cómo me satisfarás?
2.… No guardar ni retenerlo todo por miedo. Esta no es una lección sobre cómo arreglártelas con menos ni sobre cómo vivir de una manera más simple. Es todo lo contrario: pídele a Jesús que te muestre la vida asombrosa y plena para la que fuiste creado.
3.… Convertir el hambre en un viaje a la vida. Deja que el hambre te lleve más allá de tus deseos a tus necesidades. Lo que realmente necesitas es satisfacción. Y Jesús dijo que te la daría.
Jesús te invita a su mesa.
Su comida satisfará cada antojo que tengas.
La comida ya está hecha, no tienes que prepararla. Tu reservación está lista; Jesús te tiene un puesto en la mesa.
Ven vacío; vete lleno.
Scripture
About this Plan
Todos tienen una opinión acerca de Jesús. Pero, ¿quién decía ser Él? ¿Estaba de acuerdo con todas las cosas que la gente decía sobre Él? ¿Dijo que Él era el único camino a Dios? Vayamos directamente a la fuente y veamos siete maneras en que Jesús realmente nos dijo quién era Él cuando caminó entre nosotros. Todo eso podría hacernos reevaluar lo que pensamos sobre Él y eso podría cambiarlo todo.
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