¡Tengo Prisa! Sample
¡Tengo Prisa!
Recientemente me encontraba en una situación de mucho estrés; escuela, trabajo, familia, amigos y mis ganas de seguir sirviendo en la iglesia, aunque no tuviera un respiro en la semana. Todo esto me estaba distrayendo de mi meta principal, de la base que sostiene el propósito de todas las demás cosas; mi relación con Dios.
Hasta que Dios me llamó a cuestionarme cuál era mi motivación detrás de todo lo que hacía, y lo que hallé es que era vivir con prisa.
Vivir con prisa es algo muy común en esta generación, tan globalizada, podemos ver las carreras de otros y comparar nuestro proceso, querer hacer tantas cosas como si alguien nos persiguiera.
Cuando vemos la vida de Jesús, sabemos que el empezó Su ministerio recién a los 30 años. En una generación como la nuestra eso se vería como “un comienzo tarde”, pero lo cierto es que Jesús no vivía con prisa y si Él no lo hacía tampoco espera que tú y yo lo hagamos.
Es bueno aspirar y tener sueños y querer aprovechar al máximo cada día. Pero debemos ser cuidadosos con las batallas que decidimos pelear, con las cosas que decidimos llenar nuestra agenda, nuestra mente y nuestro corazón.
Puedes preguntarte: ¿He orado por dirección? ¿Lo que estoy haciendo me conduce a lo que Dios propuso en su corazón para mí? ¿Puedo aligerar mis cargas quitando cosas de mi vida que me distraen del propósito se Dios?
Recuerda que no importa cuántos años tengas, si eres joven, no corras, camina con Dios. Si eres mayor, nunca lo serás demasiado para que Dios comience Su buena obra en ti.
Por ese matrimonio, ese ministerio, esos nuevos sueños, ese mover hacia donde Dios está bendiciendo. NUNCA llegará tarde, porque Dios nunca llega tarde, Dios nunca está de prisa.