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¡HOY ES TU DÍA DE SALVACIÓN!

¿Qué significa pedirle a Jesús que nos ACEPTE? Bueno, simplemente tenemos que hacer lo mismo que hizo el ladrón que fue crucificado al lado de Jesús.

1. Reconoció su pecado: Él dijo “nosotros merecemos éste castigo porque somos pecadores”. ¡Qué difícil es esto para el ser humano! Cuánto nos cuesta reconocer que nos equivocamos y que necesitamos ayuda. Hoy es el DÍA para renunciar al pecado y empezar a vivir para Dios. No dejes que el orgullo te quite lo que Dios te quiere dar.

2. Pidió misericordia: Lo segundo que hizo fue reconocer a Jesús como Rey Salvador, y le pidió misericordia. Dijo: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino”. En otras palabras: “Señor, yo sé que no lo merezco, pero por favor, acuérdate de éste indigno y pobre pecador que murió al lado tuyo. ¡Decile a Dios: “Sé que no lo merezco, sé que he pecado, pero te necesito. Ayúdame Jesús!”.

En éste momento, quiero hacerte una invitación solemne, deberás tomar la decisión más importante de tu vida, una que tendrá consecuencias eternas. La gran pregunta es: ¿QUÉ VAS A HACER CON JESÚS? ¿Lo vas a rechazar como las multitudes? ¿Intentarás ser indiferente como Pilato? O ¿serás como éste ladrón que, aunque indigno y pecador, decidió aceptar a Jesús? Te ruego, en nombre de Cristo, en éste día: ¡Reconcíliate con Dios por medio de Jesús!

Si estás dispuesto/a a entregarle tu vida a Jesús, si estás dispuesto/a a reconocer tus pecados y pedir la misericordia del cielo, me gustaría guiarte en una oración. Esta oración no es mágica, simplemente es una guía; Dios sabe lo que hay en tu interior y escucha la oración de tu corazón. Hablale con tus propias palabras, y de todo corazón:

Querido Dios,

me acerco a ti en el Nombre de Jesús

Reconozco que soy un pecador

Y necesito que me Salves de la justa condena que merezco por mis propios errores!

Gracias por pagar mi deuda de pecado con tu muerte en la Cruz!

Gracias por regalarme tu justicia y darme acceso a Dios!

Hoy renuncio al pecado y acepto a Cristo Jesús, tu eres el Señor de mi vida.

A partir de hoy,

Ya no vivo yo, ahora Cristo vive en mi

En el Nombre de Jesús, amén!

Tómate todo el tiempo que necesites, para seguir orando con tus propias palabras, y buscando a Dios con todas tu fuerzas hasta que tengas la seguridad en tu interior de que eres hijo/a de Dios. El Espíritu Santo está a tu lado ayudándote a orar como conviene. ¡No dudes en buscarlo de todo corazón y con todas tus fuerzas!

Si quieres saber más sobre este tema podes buscar en YouTube: "Más que Religión/El Discipulado: DÍA 5 por Nicolas Garbarini”