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Activos productores

Somos una generación afortunada. Hoy tenemos contacto con el mundo, literalmente. Jesús, antes de ascender al cielo, nos dejó una misión. Nuestra misión es extender el Reino de los cielos a toda la tierra, ganando discípulos de todas las naciones. La pregunta es: ¿podremos hacerlo usando las nuevas tecnologías?

Jesús mismo nos dio el ejemplo cuando recorría los pueblos, ciudades, sinagogas e iba de casa en casa sanando enfermos, anunciando las buenas nuevas y enseñando. Seamos sabios y usemos las plataformas digitales para difundir el evangelio y hacer discípulos.

Un posteo, un video o relato puede navegar miles de contactos y llegar a cualquier parte del planeta en poco tiempo gracias a la interconexión de internet.

El apóstol Pablo, quien fue un ganador de almas sagaz, usó cartas de papiro para darles mensajes a sus amigos; hoy nos quedaron registradas en la Biblia gracias a que el Espíritu Santo lo inspiró a escribir las epístolas de Efesios, Filipenses, Colosenses, etcétera. También usó barcos para trasladarse de un puerto a otro. Pablo utilizó la tecnología de la época para extender el Reino. Estoy convencido de que, si él viviera hoy en día, se valdría de las plataformas digitales, al igual que de los aviones, para llevar el mensaje.

Ganemos al mundo usando las redes sociales y las nuevas tecnologías. Para eso tenemos que dejar de ser consumidores pasivos de lo que se produce en las redes y convertirnos en activos productores de materiales que compartan el evangelio y nos permitan extender el Reino.

Ganaremos al mundo creando comunidades digitales de interés. Es una excelente plataforma para compartir la fe y llevarla a límites inexplorados. En este caso, la ecuación es ganar siempre. Mientras compartes tus intereses, gustos y vocación, el evangelio corre de manera directa e indirecta en cada producción.

Ganaremos al mundo creando campañas virtuales con # explosivas. Hoy en día hay un nuevo lenguaje: # # #. Sí, las etiquetas en las redes sociales no solo nuclean publicaciones de intereses similares, sino que son usados para dar un mensaje contundente y revolucionario. Cuando los medios tradicionales centralizadores de la comunicación no levantan temas, lo harán cuando una millonada de publicaciones se realicen bajo una misma etiqueta. Esta es una nueva forma de transmitir el evangelio. Yo lo puse en práctica en momentos históricos y experimenté su enorme potencial. Si bien requiere mucha preparación, ser generosos unos con otros, armar un equipo heterogéneo, creativo y osado, esta es otra manera de compartir el evangelio en las redes y que tenemos que explorar aún más. Otro beneficio es que nos permite llegar a usuarios que de otra manera no podríamos llegar por falta de presupuesto, restricciones religiosas o políticas. No hay límites para usar la virtualidad en la evangelización global.

Ahora bien, no te conviertas en un fanático de las redes como único medio para comunicar el evangelio. Todos los mensajes usan algún medio para llegar a su destino. A veces nos enamoramos tanto del medio que nos olvidamos del contenido del mensaje que queremos compartir. El mensaje sigue siendo lo más importante.

Usa la tecnología para extender el Reino, pero no te fanatices de la tecnología sino de Jesús, que es el Rey de reyes.

Reflexiona: ¿Qué decisión tienes que tomar para desenredarte de la tecnología?

Esperamos que este plan te haya sido útil.

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