7 Señales De Caminar en El Espíritu SantoSample

Permanece pequeño en tus ojos.

Cuando Dios ungió a Saúl, era tan pequeño a sus propios ojos que no se veía digno de ser rey y se escondió. Pero, cuando llegaron los títulos, la fama y la riqueza, Saúl se envaneció con una autoestima inflada que lo llevó a perder el hambre de Dios.

Tu valor neto no debería afectar tu autoestima. Tu título no debería aumentar tu autoestima. Todas esas cosas son regalos prestados por Dios, pero debes permanecer humilde, hambriento y santo ante el Señor. Cuando no eres nadie, Dios se convierte en todo. Pero cuando te haces grande a tus propios ojos, Dios se vuelve pequeño en tu corazón. ¡Eso es tan peligroso!

Martín Lutero dijo: "Dios hizo un hombre de la nada, y mientras no seamos nada, Él puede hacer algo de nosotros". La humildad no se trata de pensar mal sobre nosotros mismos, sino de pensar menos en nosotros mismos.

Si permaneces pequeño ante tus propios ojos, Dios siempre será grande. Mantente humilde. Quédate con hambre. No te fascines tanto con las cosas de Dios que pierdas tu fascinación por Dios mismo. Haz que Dios sea tu meta, no solo un medio para alcanzar tus metas.