7 Señales De Caminar en El Espíritu SantoSample

Con el Espíritu Santo, Saul recibió valentía y actuó en el límite de la imprudencia. Mató sus bueyes y envió un mensaje muy fuerte al pueblo de Israel. Fue decisivo, audaz y valiente. Años más tarde, debido a su desobediencia, el Espíritu Santo dejó a Saúl. Se volvió paranoico, asustado y actuó como un cobarde.

Cuando estamos llenos del Espíritu Santo (totalmente entregados), estamos llenos de valentía; pero cuando somos controlados solamente por nuestra propia voluntad, permaneceremos normales o "equilibrados". Las personas que llevan una vida equilibrada no cambian la historia ni tienen un gran impacto en el mundo que les rodea. Son las personas que dan un paso de fe, toman riesgos y son audaces las que son recordadas y las que impactan al mundo.

En aquel entonces cuando el rey Saúl estaba jugando a lo seguro, esperando cuarenta días a que Goliat hiciera el primer movimiento, David entró a la escena. Sin experiencia militar ni palabra profética para luchar contra un gigante, se lanzó a la batalla contra Goliat. David tenía lo que Saúl había perdido: valentía. No era estúpido ni imprudente. David tenía una relación con el Espíritu Santo. La relación conduce al riesgo; el riesgo conduce a la recompensa. Saúl no valoraba su relación con el Espíritu Santo, y ahora estaba pagando el precio - perdió la valentía. Se volvió "equilibrado" y cauteloso, perdió la fe y estaba jugando a lo seguro.

La intimidad es la clave de la valentía y la valentía es la clave de los milagros. Alguien que lleva una vida equilibrada y calculada no soñará en salir y orar para que alguien se cure. Pero alguien que tiene la valentía que da el Espíritu Santo saldrá y orará por sanidad; tendrá la audacia de caminar sobre el agua, sacrificarse, echar fuera demonios, o de compartir su fe con un extraño. Si no das un paso al frente y te arriesgas, no habrá posibilidad del éxito. ¡Deja de ir sobre seguro! Entra en tu lugar secreto, desarrolla la intimidad con el Espíritu Santo y luego sal y vive en la zona de la fe.

Oremos juntos.

Espíritu Santo, reemplaza el miedo dentro de mí con una fe fuerte.