El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23Sample
La única salida
Zac Rowe
“Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto”. Jeremías 17:7–8 (NVI)
Siempre me ha fascinado el cambio de las estaciones. Durante mi infancia en Luisiana, a veces nuestras “estaciones” eran difíciles de distinguir, pero siempre me ha encantado descubrir la primera hoja anaranjada o roja que sobresale tímidamente dentro del mar de pinos y cipreses verdes. Hay algo muy especial acerca del cambio de las estaciones que se revela en la creación de Dios, y nosotros estamos invitados a ver más detenidamente a la naturaleza por la que hemos pasado a toda prisa cientos de veces.
¿No sería lindo saber cuándo están por cambiar las estaciones de tu vida? Imagina recibir una “hoja roja” informándote que pronto saldrás de la estación en una cumbre brillante para dirigirte a la oscuridad del “valle”.
En nuestro recorrido a través del Salmo 23, hemos arribado a un punto preocupante: el borde del valle. Es un nivel donde todos jugamos con las mismas reglas y que representa los problemas y dificultades de los que nadie está exento de atravesar.
Mi primera experiencia con el valle sucedió cuando tenía nueve años y mi madre le habló a nuestra familia sobre su diagnóstico de cáncer. Nosotros creímos en Dios: oramos por su sanidad durante un año mientras ella luchaba contra la enfermedad por medio de un tratamiento. Finalmente, después de una dura lucha, mi madre murió dos semanas antes de Navidad.
Casi veinte años después, ya casado y con cuatro hijos, me encontré enfrentando nuevamente el límite del valle. Cuando mi esposa fue a ver cómo estaba nuestro hijo de dos meses, Oxford, lo encontró inconsciente y sin respiración; aparentemente era el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Mientras conducía detrás de la ambulancia, clamé a Dios para que salvara la vida de mi hijo y nos lo devolviera. Tres días después, experimentamos un milagro y pudimos salir del hospital con nuestro bebé completamente sano.
He atravesado el valle con angustia y oraciones sin respuesta; y lo he atravesado recibiendo el resultado que quería. Sin embargo, cada vez que he pasado por allí, he visto a Dios demostrar que Él es bueno. Cuando yo estuve desolado, Él estaba cerca de mí, dispuesto a guiarme a través del proceso de sanidad y respondiendo las preguntas que yo tenía, resolviendo mis dudas a lo largo del camino. Dios ha hecho milagros en mi vida y en la vida de mi familia; mientras orábamos, Él trajo literalmente a mi hijo de vuelta a la vida.
¿Alguna vez has pensado, por qué el Buen Pastor nos lleva a través de un valle? Seguramente hay una manera de evitar los lugares difíciles. Sin embargo, aunque se sentiría mucho más fácil si Dios nos guiara solamente de una cumbre a otra, la verdad es que estaríamos pasando por alto una parte de su carácter a lo largo del camino. Así que Él nos guía a través del valle ministrándonos por medio de su presencia y por medio de su poder nos hace avanzar.
Hay cierta cercanía de Dios, una luz de su Espíritu, que solamente puede verse en el valle de sombras. Él quiere que experimentemos su plenitud, especialmente en ese lugar. A Dios no lo intimidan las dificultades, y la oscuridad no lo hace apartarse ni un poquito. Más bien, nuestro Dios omnipresente nos guía incesante y con toda confianza; porque al mismo tiempo en que Él está con nosotros en el valle, también está al otro lado de este, moldeando un futuro pleno para nuestro bien y para su gloria.
El salmo 23:4 (NVI) contiene una promesa, oculta a plena vista. Dice: “Aun si voy por valles...” Este versículo declara que existe el otro lado, y que vamos a llegar allí. No estamos llamados a permanecer en el valle. Estamos allí para atravesarlo.
Quizás le has dado la espalda al valle porque aún recuerdas los momentos y días difíciles cuando quedaste atrapado por su alcance amenazante. Hoy, con el poder de Dios que te llena, te insto a que des la vuelta y lo enfrentes. Toma de la mano a tu Padre celestial, nuestro pronto auxilio en la tribulación, y fija tus ojos en Él. Verás que no tiembla ni se sorprende por el porvenir. Él es el Buen Pastor que te guía a través del valle, puedes confiar en que Él verdaderamente sabe y le importa lo que sientes en lo profundo de tu ser.
La única salida está al otro lado del valle. Espero que veas la bondad de Dios mientras das el siguiente paso para atravesar el valle con Él.
ORACIÓN
Señor, hoy te pedimos que toda nuestra confianza esté puesta en ti. Que tengamos una fe plena en que, de la misma manera en que nos has ayudado a atravesar el valle anteriormente, lo volverás a hacer. En el nombre de Jesús, amén.
PARA MEDITAR
- Recuerda las veces en que Dios te ha acompañado a través de una dificultad. Pídele que te dé fe para confiar en que Él te sacará de tu situación actual.
- Pide al Señor que te llene de valentía para enfrentar lo que tienes por delante. Imagínate a ti mismo agarrado de su mano y dando el siguiente paso para atravesar el valle.
Espíritu Santo, ¿qué es lo que me estás diciendo hoy?
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. Salmo 23:4
Scripture
About this Plan
Jesús es el Buen Pastor, quien provee todo lo que necesitamos. Este devocional de 31 días está centrado en un pasaje de la Escritura que ha sido una fuente de fortaleza, paz y consuelo: el Salmo 23. En cada día del recorrido a través de este salmo tan preciado, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre las muchas maneras en que Jesús demuestra su amor y su bondad en nuestra vida.
More