Día 2

“Todo comienza con un corazón humilde donde pueda nacer Jesús y hacer morada”.

María y José fueron a muchas posadas, pero nadie los recibió y El Salvador pasó de largo. A raíz de ello, Jesús tuvo que nacer en un establo, un lugar humilde. Sin embargo, desde allí, dio salvación al mundo entero.

De igual manera, nuestro corazón puede ser una posada que trate a Jesús como un personaje más de la historia y perdernos el regalo de Su Salvación, o puede ser como ese establo humilde para recibirlo.

Pensando en la mercadotecnia, cuánto le hubiera convenido a la posada recibir al Salvador que, probablemente, hubiera sido recordada hasta hoy. En cambio, el humilde establo donde nació Jesús ahora tiene fama mundial y lo visitan de todas partes, porque, cuando Él nació, llegaron muchos pastores y reyes de otras naciones a conocer al bebé que había nacido para rescatar a la humanidad.

Solo en un corazón humilde puede nacer Jesús, y solo con un corazón humilde podemos recibir una gran recompensa.

 Si Él está en tu corazón, brillarás con Su luz como un faro y serás recordada como una persona que da amor y esperanza. Además, tu familia querrá estar cerca siempre.

“Esta Navidad es una oportunidad”. Es un acontecimiento que pasó hace miles de años cuando nació Jesús, pero, para mí, también es la oportunidad que Dios nos da de ser mejores.  

Recibir a Jesús en esta Navidad es recibir la libertad, el propósito y la vida en tres dimensiones. Incluye tu pasado, tu presente y tu futuro. 

• Jesús te salva de algo. 
• Jesús te salva para algo. 
• Jesús te salva por algo.