La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample
Cómo encontrar a Dios
En 1949 sucedió uno de los mayores reavivamientos de la historia del Reino Unido en las Islas Hébridas. Ducan Campbell, el predicador que estuvo en el centro de aquel reavivamiento, describió posteriormente como comenzó: Siete hombres y mujeres habían decidido orar decididamente por que llegara el reavivamiento. Una noche, durante una reunión de oración en un granero, un joven tomó su Biblia y leyó el Salmo 24 (el salmo de hoy): «*¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Solo el de manos limpias y corazón puro*» (vv.3–4a). Cerró su Biblia y dijo: «Me parece que estar orando como lo hacemos, y esperando como lo estamos haciendo aquí, es pura patraña sentimental si no estamos en la relación correcta con Dios». Tras decir esto, pidió a Dios que le revelara si sus manos estaban limpias y su corazón puro. Aquella noche, Dios se encontró con ellos de una manera poderosa. Mientras aguardaban al Señor «su asombrosa presencia barrió el granero». Llegaron a comprender que el reavivamiento siempre está ligado con la santidad. Se liberó un poder que sacudió aquella iglesia desde los cimientos hasta el tejado. «Tres hombres descansaban sobre la paja tumbados por el poder de Dios. Fueron levantados desde lo ordinario a lo extraordinario. Sabían que Dios los había visitado y ni ellos ni su iglesia nunca volverían a ser los mismos.» A 6.4 km (cuatro millas) de distancia, dos hermanas de 82 y 84 años recibieron una visión de Dios. Vieron iglesias repletas a cuyo interior afluían jóvenes y todo el vecindario. Tuvieron una «maravillosa seguridad de que Dios estaba viniendo con poder reavivador». Duncan Campbell recibió una invitación para ir a hablarles a ellos. Cuando llegó a la iglesia parroquial, estaba repleta de gente y cientos de personas aguardaban afuera. Nadie podía explicar de dónde venían. A los diez minutos de comenzar el servicio, hombres y mujeres estaban postrados clamando a Dios. Se estaban encontrando con Dios en toda su santidad. Se dio un sentido tal de la presencia de Dios en la isla, que un hombre de negocios que estaba de visita llegó a decir: «Al segundo de poner mi pie en tierra, me hice repentinamente consciente de la presencia de Dios». Dios estaba *encontrándose* con su pueblo. ¿Cómo nos *encontramos con Dios* tú y yo?Salmos 24:1-10
Fabuloso privilegio
David comienza este salmo recordando que Dios es un creador poderoso: «Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan» (v.1). Termina recordando que Dios es un Rey de gloria. Por cinco veces, se refiere a Él como el «Rey de gloria» (vv.7b,8a,9b,10a,10b). Es «el Señor Todopoderoso; ¡él es el Rey de la gloria!» (v.10b)
A la luz de la impresionante naturaleza de Dios, David hace esta pregunta: «¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo?» (v.3). La respuesta es que solo aquellos que son totalmente puros: «Sólo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos» (v.4).
Pero sabemos que nadie vive así. Solo por medio de Jesús podemos ser hechos santos y acercarnos a Dios con confianza, «porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando» (Hebreos 10:14).
Señor, deseo encontrarme contigo. Muéstrame si mis manos están limpias y mi corazón es puro. Gracias por que por medio de la sangre de Jesús puedo ser santificado. Perdóname, límpiame y lléname una vez más de tu Espíritu.
Marcos 5:21-6:6a
Acto de fe
¿Estás luchando con algún problema crónico en tu vida que parece no mejorar (5:26)? ¿Te has sentido alarmado y «embargado por el miedo» (5:36)? En este pasaje vemos cómo respondió Jesús ante estas situaciones.
En el Nuevo Testamento vemos el extraordinario sentir de la gente que estaba conociendo a Dios por medio de Jesús. San Juan (1 Juan 1:1) escribe acerca de «la Palabra de la Vida» de la que «hemos oído» y «visto con nuestros propios ojos» la cual «hemos tocado con las manos» (vv.27,30-31).
La gente que entraba en contacto con Jesús parecía percibir que entraban en la presencia de un Dios santo. Jairo «se arrojó a sus pies» (v.22). La mujer enferma se «arrojó a sus pies» (v.33).
Aquella mujer llevaba sufriendo una enfermedad crónica doce años, la cual era incurable en aquella época (v.26). «Oyó hablar de Jesús» (v.27) y respondió con fe «y le tocó el manto» porque pensó para sus adentros: «Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana» (vv.27–28). «Al instante cesó su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción» (v.29).
El contacto con Jesús tuvo un impacto profundo en la gente. Jesús le dijo a la mujer enferma: «Vete en paz y queda sana de tu aflicción» (v.34). El dolor de los doce años pasados fue remplazado por la paz y la libertad. No importa lo que sea con lo que estés luchando en tu vida; sin importar cuanto tiempo lleves sufriéndolo, extiende tu mano a Jesús, como lo hizo aquella mujer, para que te ayude.
La hija de Jairo tuvo la experiencia más extrema del impacto de encontrarse con Jesús cuando fue traída de vuelta a la vida. Había una conmoción y un lamento. Le decían que no «molestara» a Jesús (v.35). Pero Jesús dijo: «No tengas miedo; cree solamente» (v.36, DHH).
Jesús dijo que «la niña no está muerta sino dormida» (v.39). Puesto que Jesús iba a resucitarla, su muerte no era más permanente que quedarse dormida. El apóstol Pablo, como Jesús, usó el término «estar dormido». Cuando caes en un sueño profundo, lo siguiente que ves es la mañana. Cuando mueres en Cristo, lo siguiente que verás es que estarás con el Señor.
Jesús se llevó consigo a los tres discípulos en cuya fe podía confiar (además de los padres). Parecía que quería que allí hubiera una atmósfera de fe cuando orara para que la niña fuera resucitada de la muerte.
No había nada «súper espiritual» acerca de Jesús. Era alguien muy práctico: les «mandó que le dieran de comer a la niña» (v.43). Una vez más, un relato que empieza por el miedo acaba en la fe.
Cuando la gente vio lo que Jesús hizo «se llenaron de asombro» (v.42b) y estaban «maravillados» (6:2b). Por supuesto, igual que hoy en día, no todo el mundo tuvo esa reacción. Algunos comenzaron a «burlarse de él» (5:40) y otros «se escandalizaban a causa de él» (6:3). En su pueblo Jesús era «un profeta [...]» al que no se honraba (6:4). Aquellos más cercanos a él no lo reconocieron. A veces, nos resulta difícil recibir las cosas de aquellos que mejor conocemos.
Como pasa hoy en día, algunos reconocieron a Jesús y otros no se enteraron. La distinción clave era si tuvieron o no tuvieron «fe». Le dijo a la mujer enferma: «¡Tu fe te ha sanado!»(5:34). Le dijo a Jairo: «No tengas miedo; cree solamente» (v.36, DHH). En su pueblo se «quedó asombrado por la incredulidad de ellos»(6:6).
Por medio de su muerte en la cruz, Jesús cumplió los requisitos para encontrarse con Dios. Ahora es por esta fe por la que tú y yo nos encontramos con Jesús y por medio de Él, nos encontramos con Dios.
Señor, líbrame del cinismo y el escepticismo. Gracias porque te puedo encontrar por medio de la fe. Señor, incrementa mi fe; cuando me sienta alarmado y «embargado por el miedo» ayúdame a «creer solamente».
Éxodo 27:1-28:43
Acceso por medio de Jesús
No podemos comprender en toda su magnitud el inmenso privilegio que es poder encontrarnos con Dios, sin que veamos el trasfondo del Antiguo Testamento. Aquí vemos la descripción de la Tienda del Encuentro (27;11), (donde Dios se encuentra con Moisés y los sacerdotes: 30:36; 28:30). Entrar en «la presencia del Señor» (28:30a) era algo asombroso. Aarón entró «ante el Señor en el Lugar Santo» (v.35).
El autor de los Hebreos explica cómo apunta a Jesús todo esto. El tabernáculo era «copia y sombra del que está en el cielo» (Hebreos 8:5a). Incluso los sacerdotes podían entrar solamente en el Lugar Santo, pero no en el Lugar Santísimo. «Con esto el Espíritu Santo da a entender que, mientras siga en pie el primer tabernáculo, aún no se habrá revelado el camino que conduce al Lugar Santísimo» (9:8). Era por tanto una ilustración (v. 9a).
El autor de los Hebreos muestra cómo este pasaje conforma el antecedente para el sacrificio de Jesús por nosotros, por el que hizo posible que tú y yo nos podamos encontrar con un Dios santo por medio de la sangre de Jesús, ofrecida «una sola vez y para siempre» (v.26).
Señor, gracias porque por medio de la sangre de Jesús, has hecho posible que yo entre en el Lugar Santo y llegue hasta Tu presencia. Te doy gracias porque por medio de Jesús tengo acceso «al Padre por un mismo Espíritu» (Efesios 2:18). Gracias porque me puedo encontrar contigo.
Pippa Adds
Pippa añade
Marcos 5:21–34
Jesús se preocupa hasta de nuestros problemas más embarazosos.
References
Notas: Duncan Campbell, *The Price And Power Of Revival*, (Faith Mission, 2000) Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790. Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org) Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group. Notes for 2012: Duncan Campbell, *The Price And Power Of Revival*About this Plan
¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.
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