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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DAY 202 OF 365

El Servicio a Él es libertad perfecta

Billy Nolan huyó de la marina mercante y fue alcohólico durante los treinta y ocho años que siguieron a su huida. Pasó veinte años bebiendo y mendigando a la puerta de nuestra iglesia HTB Brompton Road. El 13 de mayo de 1990 se miró al espejo y se dijo: «Tú no eres el Billy Nolan que yo conocí». Como él mismo cuenta, pidió al Señor Jesucristo que entrara en su vida y le hizo la promesa de que nunca más volvería a beber alcohol. No ha vuelto a beber ni un trago desde entonces. Su vida ha sido transformada. Irradiaba el amor y la alegría de Cristo. Una vez, le dije: «Billy, se te ve muy contento». Él respondió: «Estoy contento porque soy libre. *La vida es como un laberinto* y, por fin, he encontrado una salida gracias a Jesucristo». San Agustín escribió que Dios es el maestro «a quien servir es libertad perfecta». ¡Esta es una gran paradoja! Muchas personas piensan que si sirven a Dios perderán su libertad; de hecho, es todo lo contrario. Vivir para nosotros mismos es, de hecho, una forma de esclavitud. Servir a Dios «con el nuevo poder que nos da el Espíritu» (Romanos 7:6) es el camino para encontrar la libertad perfecta.

Salmos 88:1-9a

1. Clama a Dios

Este salmo describe una situación similar a aquella que Billy Nolan había encontrado. Como traduce The Message: «Estoy atrapado en un laberinto y no puedo encontrar mi salida, cegado por las lágrimas de dolor y frustración» (v.8, MSG).

El salmista está sufriendo mucho: «Tan colmado estoy de calamidades» (v.3a). Piensa que va a morir: «Mi vida está al borde del sepulcro. Ya me cuentan entre los que bajan a la fosa; […].

Me han puesto aparte, entre los muertos» (vv.3-5). Está «en el más tenebroso de los abismo» (v.6), «desvalido» (v.4), «aprisionado y no puedo librarme» (v.8). Incluso ha perdido el apoyo de sus amigos más cercanos (v.8).

Solo Dios puede salvarnos: «Dios, tú eres mi última oportunidad del día» (v.1, MSG). Él clama a Dios que lo salve, así como lo hizo Billy Nolan. Sin importar lo mal que te sientas en tu situación, clama a Dios pidiéndole libertad.

«Señor, Dios de mi salvación, día y noche clamo en presencia tuya. Que llegue ante ti mi oración; dígnate escuchar mi súplica» (vv.1-2).

Romanos 6:15-7:6

2. Sirve a Dios

Hay una serie infantil británica llamada «Thomas y sus amigos», los cuales son unos trenes. En uno de los episodios vemos a Thomas por su lado, habiéndose salido de las vías del tren, gritando: «¡Soy libre! ¡Soy libre al fin!». Pero la realidad es que Thomas es mucho más «libre» cuando sus ruedas están en los rieles y está funcionando en consonancia tal como fue diseñado para desempeñarse.

Lo mismo ocurre con nosotros; podemos imaginar que somos más libres si no tenemos a nadie que nos diga lo que debemos hacer, pero aquello es una ilusión porque nos hallamos esclavizados al pecado, que conduce a un «callejón sin salida» (6:21, MSG).

Se dice que «el único ejercicio que algunas personas hacen es llegar a conclusiones equivocadas». El apóstol Pablo está preocupado de que sus lectores lleguen a la conclusión equivocada, que algunos podrían argumentar que no importa si continuamos pecando. Escribe: «Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos ya bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!» (v.15).

La seguridad del perdón no es una excusa para seguir pecando. La gracia no es una «cláusula de salida» informal para el pecado. Sería absurdo seguir pecando por dos razones:

  • Un nuevo Señor

Como cristianos tenemos un nuevo Señor. Ahora servimos a Dios, «uno cuyos mandamientos te dan libertad para vivir ¡abiertamente en su libertad!» (v.17, MSG). Nos guste o no, todos somos esclavos de algo; el pecado es una forma de esclavitud que solo trae cautiverio espiritual y muerte, pero servir a Dios trae libertad perfecta. Porque «el don o regalo de Dios es vida real, vida eterna, entregada por Jesús, nuestro Maestro» (v.23, MSG).

Dios es nuestro nuevo Señor. Cada vez que nos rendimos al pecado vamos en contra del propósito de la gracia, que es darnos la vida real y la vida eterna. Cuando seas tentado, recuerda que no tienes que ceder; ya no eres esclavo del pecado, eres libre de decir «no».

Recuerda también las recompensas de la obediencia. Al servir a Dios «el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna» (v.22, DHH).

  • Un nuevo amor

Es absurdo seguir pecando porque, además de tener un nuevo Señor, también tenemos un nuevo amor.

Pablo lo ilustra con un aspecto del matrimonio. Una mujer es liberada de la ley del matrimonio cuando su esposo muere; así, la muerte nos libera de la ley (7:1-6).

Del mismo modo, nosotros como cristianos hemos muerto a la ley. Nuestro viejo amor era la ley, pero, como cristianos, «ya no estamos encadenados a ese compañero dominante del pecado» (v.6, MSG). Ahora podemos estar atados a nuestro nuevo amor (Jesús), igual que una mujer cuyo esposo muere es libre para casarse con un nuevo amor (v.4).

Ahora que vives bajo la gracia más que bajo la ley, tienes el Espíritu viviendo en ti que te llena tanto con el querer como con la capacidad de hacer lo que es correcto. Conectado a Jesús, tu nuevo amor, ahora puedes «servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito» (v.6). Sin embargo, como veremos mañana, Pablo es realista acerca de la batalla que enfrentamos con el pecado.

Señor, gracias porque servirte es la libertad perfecta. Hoy ofrezco todas las partes de mi cuerpo como esclavas de la justicia (6:19). Quiero servirte, mi Señor y mi amor, en el nuevo poder del Espíritu.

Oseas 3:1-5:15

3. Busca la libertad de Dios

Tim Keller dice que la gente en Nueva York encuentra difícil entender el concepto del pecado, pero el concepto de amar algo demasiado (idolatría) está mucho más dentro de su marco de referencia. Aquello que llega a ser nuestro amor más grande es aquello que servimos y adoramos.

Este pasaje del Antiguo Testamento provee una ilustración del principio que Pablo expuso en el libro de Romanos, que los que pecan son esclavos del pecado y terminan arruinando sus vidas.

Dios ama a Su pueblo (3:1). El profeta Oseas es llamado a explicar este amor mediante una demostración visible, mediante el amor a su esposa a pesar de que ella ha cometido adulterio (v.1): «Ámala como yo, Dios, amo al pueblo israelita, incluso si coquetea y hace fiesta con todos los dioses que se le antojen» (v.1, MSG).

Oseas proclama la palabra del Señor: «Ya no hay entre mi pueblo fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios. Cunden, más bien, el perjurio y la mentira. Abundan el robo, el adulterio y el asesinato» (4:1-2). El pueblo es culpable de adulterio y prostitución (vv.13b, 15; 5:3). Esta es una descripción bastante exacta de muchas sociedades de hoy.

Los líderes no estaban dando un buen ejemplo: «Mientras más aumentaban los sacerdotes, más pecaban contra mí; cambiaron a quien es su gloria en algo deshonroso. El pecado de mi pueblo es su comida; se regodean en su perversidad. ¡De tal pueblo, tal sacerdote!» (4:7-9).

En lugar de encontrar la libertad a través de su pecado, estaban insatisfechos y esclavizados como resultado de su pecado, en palabras de la traducción bíblica The Message: «Comerán y estarán tan hambrientos como siempre, tendrán sexo y no obtendrán satisfacción... El vino y el whisky dejan a mi gente en un estupor... Borrachos de sexo, no pueden encontrar su camino a casa. Han reemplazado a su Dios por sus genitales» (vv.10-12, MSG). Son «adictos a los ídolos... Cuando la cerveza se agota, es sexo, sexo y más sexo» (vv.17-18, MSG).

Fueron incapaces de regresar a Dios: «No les permiten sus malas obras volverse a su Dios» (5:4a), el adulterio y la prostitución abundaban entre el pueblo (14:13b, 15; 5:3). Es como si estuvieran bajo algún poder demoníaco: «… porque hay espíritu de prostitución en medio de ellos y no conocen al Señor» (v.4b, RVA-2015). Dios se ha apartado de ellos (v.6).

Pero Dios se aleja de ellos para que el pueblo se vuelva a Él. El camino de regreso es admitir su culpa y buscar el rostro de Dios: «Angustiados, me buscarán con ansias» (v.15b).

«¿Cómo buscamos a Dios?» —escribe Joyce Meyer— «una forma es pensar en Él y considerar lo que le importa y lo que Dios dice acerca de ciertas situaciones. Cuando lo buscamos, encontramos mucho más que sus respuestas a nuestros problemas. También encontramos gozo, paz, amor, sabiduría y todo lo que necesitamos en nuestras vidas. Permíteme instarte a que lo busques en todos los ámbitos de tu vida hoy».

Señor, hoy te busco. Te traigo todos los problemas que enfrento... Muéstrame por favor lo que quieres que haga. Dame sabiduría. Ayúdame hoy a encontrar la libertad perfecta para servirte de todo corazón.

Pippa Adds

Romanos 6:23b

«… mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor».

Me parece que comprar regalos para la gente es bastante estresante. A menudo me siento desbordada por la bondad, la generosidad y la atención de la gente cuando me dan un regalo. El regalo de Dios para nosotros es aún más asombroso: ¡VIDA ETERNA! Este regalo nunca envejecerá, nunca se gastará ni se olvidará. Es el regalo más precioso de todos. Requirió un gran sacrificio para conseguirlo, durará para siempre y será perfecto en todos los sentidos.

References

Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.

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