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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DAY 179 OF 365

Enfrentamiento de poderes

Hace algunos años David (no es su nombre real), un joven abogado, estaba en nuestro grupo pequeño de Alpha. En la primera noche nos contó que era ateo y venía con el solo propósito de desestabilizar el grupo pequeño, lo cual intentó hacer cada vez que asistió. A diferencia de muchos que comienzan con esa actitud, no cambió en absoluto a lo largo del curso. Después de la charla «¿Cómo puedo resistir el mal?», una joven llamada Sara (tampoco es su nombre real) que no era cristiana, afirmó que definitivamente ella no creía en el poder del mal. Aquella era su mayor piedra de tropiezo para convertirse en cristiana. Pero más tarde, aquella noche, David se enfadó de una manera extrema sin una aparente razón y, como si un poder demoníaco hubiera tomado el control de él, amenazó físicamente a uno de los ayudantes de nuestro grupo de una manera terrible. Sucedió que Sara vio el incidente, así como el poder de Dios obrando por medio de la reacción amable y comedida del ayudante. Sus ojos se abrieron al mundo espiritual y puso su fe en Jesús aquella misma noche. John Wimber definió el «enfrentamiento de poderes», como el choque entre el reino de Dios y el reino de Satanás. El apóstol Pablo escribe: «Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas» (Efesios 6:12). El poder de Dios en ti es muchísimo mayor que el poder del mal.

Salmos 78:32-39

1. Comprende la naturaleza del mal

Dios quiere que aprendamos de nuestros errores y no sigamos repitiendo los mismos pecados una y otra vez. La historia del pueblo de Dios consiste en que «a pesar de todo» lo que Dios hizo por ellos «siguieron pecando» (v.32a).

Dios, en su amor por nosotros, respeta nuestra libertad. Aunque tiene el poder de anular nuestra libertad, no lo hace.

«A pesar de todo […] no creyeron en sus maravillas» (v.32b). Actuó de manera sobrenatural en favor de Su pueblo. Los castigaba y ellos volvían a Él (v.34). «Pero entonces lo halagaban con la boca, y le mentían con la lengua. No fue su corazón sincero para con Dios» (vv.36–37). Aun así, una y otra vez, lleno de compasión y misericordia, perdonó «su maldad y no los destruyó» (v.38).

¿Por qué el mal parece prevalecer tan a menudo a pesar del poder de Dios? Puede que este pasaje nos dé parte de la respuesta. No se trata simplemente de un choque entre el poder sobrenatural de Dios y el poder sobrenatural del mal. Los seres humanos y la libertad humana son parte de la ecuación. Como escribe el apóstol Santiago:

«Cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen» (Santiago 1:14).

Al leer acerca del poder de Dios en este salmo, recuerda que, por medio del Espíritu Santo, ese poder vive ahora en ti.

Señor, gracias por Tu misericordia y Tu perdón, y por el poder del Espíritu Santo que vive en mí. Ayúdame a ser siempre fiel a Ti (Salmo 78:37).

Hechos 18:9-19:13

2. Toma autoridad sobre el poder del mal

Lleno con el poder del Espíritu Santo, el apóstol Pablo derrotó a los poderes del mal. Se enfrentó a un ataque de todos «a una» (18:12). «Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: “No tengas miedo; sigue hablando y no te calles, pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad”» (vv.9–10). «Así que Pablo se quedó allí un año y medio» (v.11).

Es de suponer que el Señor habló a Pablo de esa manera porque sintió la tentación, al encontrase de cara el mal otra vez (cuando lo llevaron otra vez ante los tribunales con acusaciones falsas), de tener miedo y dejar de hablar quedándose callado. No te rindas ante la oposición.

Pablo vio enfrentamientos poderosos entre el bien y el mal: «Dios hacía milagros extraordinarios por medio de Pablo, a tal grado que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales que habían tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos» (19:11–12).

El poder de Dios en el ministerio de Pablo era tan impresionante que incluso la gente que no era cristiana trataba de invocar «sobre los endemoniados el nombre del Señor Jesús. Decían: “¡En el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, les ordeno que salgan!”» (v.13). Mañana veremos los peligros de hacer algo así (vv.14–16). El intento de «aprovecharse» del nombre de Jesús de parte de aquellos exorcistas judíos tuvo consecuencias desastrosas.

Pablo derrotó el poder del mal por medio del poder de Jesús para realizar milagros. Aquello fue parte de la manera multifacética en la que el Espíritu Santo obró en su ministerio a la vez que:

  • Enseñaba

«Se quedó allí un año y medio, enseñando entre el pueblo la palabra de Dios» (18:11).

  • Mentoreaba

Pablo pasó una gran cantidad de tiempo «animando a todos los discípulos» (v.23). Priscila y Aquila eran probablemente algunos de los que mentoreaba. A menudo, aquellos que han sido mentoreados llegan a ser los mejores mentores.

Por ejemplo, Priscila y Aquila mentorearon a su vez a Apolo, el cual era «un hombre ilustrado y convincente en el uso de las Escrituras. Había sido instruido en el camino del Señor, y con gran fervor hablaba» (vv.24–25).

Priscila y Aquila «lo tomaron a su cargo y le explicaron con mayor precisión el camino de Dios» (v.26). Así llegó a ser más efectivo: «Ayudó mucho a quienes por la gracia habían creído» (v.27).

  • «Ministraba»

Vemos un ejemplo de «ministerio» en el poder del Espíritu Santo. «Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar» (19:6). En cada fin de semana de Alpha tenemos el inmenso privilegió de imponer las manos sobre la gente y orar para que sean llenos del Espíritu Santo.

  • Debatía

Pablo «a diario debatía en la escuela de Tirano» (v.9). El debate en el grupo pequeño es quizás la parte más importante del curso. Da a la gente la oportunidad de explorar, hablar, investigar temas y empezar a encontrar alguna respuesta a sus preguntas.

  • Apologética

Parte del debate consistía en hacer «apologética». Esta palabra viene de la griega «apologia», la cual es usada por Pablo en su juicio cuando dice: «Me presento para defenderme (apologia)» (26:2). Significa presentar una base racional para la fe cristiana contra las objeciones y las distorsiones.

Pablo «razonaba» con ellos (18:19). Lo hizo «durante tres meses. Discutía acerca del reino de Dios, tratando de convencerlos» (19:8). Enseñó a Apolo quien entró en el debate público «demostrando por las Escrituras que Jesús es el Mesías» (18:28).

Aquí vemos algunas de las diferentes áreas del ministerio en las que necesitamos formación y entrenamiento, y es labor de nuestras escuelas de teología así como de las escuelas de formación y discipulado, cubrirlas para todos los miembros de la iglesia.

Señor, ayúdanos a tener un ministerio como el de Pablo, en el poder del Espíritu Santo, en el que proclamemos la palabra de Dios y derrotemos los poderes del mal por medio del nombre de Jesús.

1 Reyes 20:1-21:29

3. Prepárate para confrontar el mal

A la mayoría de nosotros no nos gusta la confrontación, pero a veces Dios nos llama a confrontar el mal.

En este pasaje leemos acerca de Acab, de quien se dice que «nunca hubo nadie como Acab que, animado por Jezabel su esposa, se prestara para hacer lo que ofende al Señor» (21:25).

Lo primero, leemos sobre un choque entre el mal y el propio mal. Ben Adab, rey de Siria, atacó a Acab. De la boca de un hombre malvado salieron palabras sabias: «Díganle que no cante victoria antes de tiempo» (20:11). Nunca es una buena idea cantar victoria por lo que va a suceder. ¡Es mejor cantarla a posteriori!

Después, vemos cómo el poder de Dios es mayor que el poder de Adab (capítulo 20).

Lo siguiente que vemos es cómo son el malvado Acab y Jezabel, por la manera en la que trataron a Nabot (capítulo 21). Para robar su propiedad, se confabularon para sacarlo y apedrearlo, y así robaron su viñedo.

Elías fue un hombre de un valor extraordinario. No tenía ningún miedo ante el mal. Dios le dijo que fuera para «encontrarte con Acab» (v.18) y confrontarlo. Sin temor alguno le acusó de robo y asesinato, y le reprendió por «hacer lo que ofende al Señor» (v.20, advirtiéndole de que el juicio de Dios estaba a punto de recaer sobre él.

Las palabras de Elías fueron tan ponderosas que cuando Acab las escuchó se arrepintió: «Se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y ayunó. Dormía vestido así y andaba deprimido» (v.27). Asombrosamente, Dios le mostró Su misericordia (v.29). No importa lo que hayas hecho, nunca es demasiado tarde para arrepentirte y acogerte a la misericordia de Dios.

Señor, ayúdanos a no tener miedo a la hora de vencer a los poderes del mal, al igual que Elías y Pablo. Danos la valentía ante el mal y llénanos de Tu Espíritu Santo.

Pippa Adds

1 Reyes 21

Elije un buen esposo o esposa. Jezabel es la mujer más malvada de la que oímos en la biblia. Acab no habría actuado tan mal de haber tenido una buena esposa.

References

Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.

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