La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample
Seguir a Dios y no oponerse a Él
Recuerdo perfectamente cuando Alpha comenzó en la Iglesia católica. El obispo Ambrose de Newcastle y Hexham oyó acerca de lo que estaba pasando con Alpha en algunas iglesias anglicanas. Se interesó y quiso averiguar más, pero no quería que nos enteráramos de su interés, ¡así que envió dos sacerdotes católicos de incógnito a una conferencia Alpha en Londres! Estos regresaron a sus parroquias para comenzar a hacer Alpha con mucho éxito. Como resultado de aquello, el cardenal Hume nos invitó a dar una conferencia para católicos en la catedral de Westminster. El lugar estaba atiborrado con 450 sacerdotes y laicos. Alguna gente se mostró muy crítica con el hecho de que nosotros estuviéramos haciendo una conferencia para católicos. Una o dos iglesias amenazaron incluso con dejar de hacer Alpha si seguíamos adelante con la conferencia. Visto en retrospectiva, parece bastante extraordinario que alguien pudiera poner objeciones, pero en aquel momento nos causó cierta preocupación. La primera noche de la conferencia se dio un gran derramamiento del Espíritu Santo con unos cantos en lenguas como nunca habíamos oído antes. Aquella noche, al regresar a casa, leí el pasaje de hoy: «Si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios?» (Hechos 11:17). Era el mismo Espíritu Santo que se derramaba en ellos igual que lo había hecho sobre nosotros. Me di cuenta de que si no seguíamos trabajando juntos, nos estaríamos oponiendo a Dios. Oponerse a Dios es la cosa más tonta que puede hacer un ser humano. Jesús recibió oposición: «Lo mataron, colgándolo de un madero, pero Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera» (10:39–40). En contraste, el privilegio más maravilloso que un ser humano puede tener es ser seguidor de Jesús de Nazaret a quien «lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder» (10:38).Salmos 74:10-17
1. El poder de Dios
Cuando te enfrentas a la oposición, es bueno recordar el poder de Dios. El salmista es confrontado por enemigos que están injuriando el nombre de Dios (v.10). Recuerda el poder de Dios, primero en su propia vida (v.12) y después sobre toda la creación (vv.13–17).
Estos versículos se basan en la rica mitología del antiguo Oriente Próximo. La creación era vista como la victoria de los dioses sobre las fuerzas del caos y la destrucción, a menudo representadas como el mar enfurecido y el «monstruo», también llamado «Leviatán» (vv.13–14). El sol y la luna eran adorados como dioses. Pero en este salmo el autor se aparta de esos mitos y declara que fue Dios quien creó y estableció el mundo, poniendo orden en la nada y «estableciendo la luna y el sol» (v.16).
Siempre está presente la tentación de hacer «otras cosas» más importantes que tu relación con Dios. La devoción a «otros dioses» fue una de las tentaciones y debilidades principales del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Este salmo nos recuerda quién es Dios y por qué sería tonto oponerse a Dios yéndose tras de otros dioses.
Señor, gracias porque eres el único Dios verdadero que trae la salvación a la tierra. Ayúdame a resistir la tentación de hacer que otras cosas sean más importantes que Tú en mi vida.
Hechos 10:23-11:18
2. El Espíritu de Dios
El Espíritu Santo guio a Pedro hasta la casa de Cornelio mediante una visión. Cuando llegó allí, descubrió que Dios también había hablado a Cornelio mediante una visión. Al escuchar esto, Pedro «tomó la palabra» (10:34), como dice The Message «prorrumpió en anunciar la buena noticia» (10:34, MSG) [la buena noticia de la paz alcanzada por medio de Jesucristo que es Señor de todo (v.36)].
La palabra griega para «paz» recoge el significado de la palabra hebrea «shalom». Significa mucho más que la ausencia de hostilidad. Significa «compleción», «solidez», «bienestar» y «todo tipo de bendiciones y parabienes». Significa armonía y concordia entre las personas, así como bienestar espiritual y vivir bajo el favor de Dios.
La buena noticia es que tienes paz con Dios por medio de Jesucristo. La muerte de Jesús en la cruz te reconcilió con Dios, pues él hizo la paz y tú la has recibido como don.
También deberías ser un pacificador al buscar llevar a otros a la paz con Dios a la vez que traes la paz a tu hogar, a tu lugar de trabajo, a tus vecinos y a tu nación.
Pedro prosigue hablando de «cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él» (v.38). Les habló acerca de la cruz y la resurrección, de la fe y el perdón de los pecados (v.43).
Mientras Pedro estaba aún proclamando la buena nueva de Jesús, el Espíritu Santo vino a todos los que escucharon el mensaje (v.44). «Los defensores de la circuncisión que habían llegado con Pedro se quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los gentiles» (v.45).
Sabían que aquello era el derramamiento del Espíritu Santo porque lo que había sucedido a los apóstoles en el día de Pentecostés era lo que le estaba sucediendo ahora a aquel grupo: «pues los oían hablar en lenguas y alabar a Dios» (v.46).
La respuesta de Pedro fue: «¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?» (v.47).
Las noticias se propagaron rápidamente, los creyentes judíos estaban preocupados porque «codearse» con aquellos «no judíos» pudiera arruinar su buen nombre (11:3, MSG).
Aquellos que no estuvieron allí en aquel momento lo «criticaron» (v.2). Pero Pedro lo explica (v.4) contado la historia de cómo fue guiado por el Espíritu: «El Espíritu me dijo…» (v.12).
Sigue así: «Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros. Entonces recordé lo que había dicho el Señor: “Juan bautizó con[a] agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios?» (vv.15–17).
«Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo: ―¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!!”» (v.18).
La explicación de Pedro fue una respuesta a las críticas. A veces cuando eres criticado, la respuesta consiste simplemente en dar una explicación.
Señor, gracias porque vemos cómo el mismo don del Espíritu Santo es dado a todos los que creen en Ti, sin importar a qué parte de la iglesia pertenezcan o de qué organización vengan. Oro para que nunca nos hallemos en la situación de oponernos a Ti sino en la de seguir la guía de tu Espíritu Santo.
1 Reyes 1:12-2:12
3. La unción de Dios
Salomón fue el sucesor de David ungido por Dios. Sadoc y el profeta
Natán le ungieron rey de Israel (1:34).
Adonías cometió el error de intentar erigirse en Rey sin someterse a Dios. «Se llenó de ambición y dijo: “¡Yo voy a ser rey!”» (v.5). Es una cosa tonta ignorar a Dios; en este caso significaba oponerse a los planes de Dios para Salomón, por lo que no tuvo éxito.
David dio este encargo a su sucesor ungido: «Según el destino que a todos nos espera, pronto partiré de este mundo. ¡Cobra ánimo y pórtate como hombre! Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas» (2:2–3).
Las palabras de David son un gran recordatorio para nosotros. La unción de Dios con el Espíritu Santo para todos los creyentes no contradice tu necesidad de obedecer la palabra de Dios. La obediencia a la Palabra de Dios (v.3a) debe estar acompañada de la unción de Dios (v.3b). El Espíritu Santo te ha sido dado para darte la capacidad y el poder de obedecer la palabra de Dios.
Ni David ni Salomón, ni ningún otro rey de Israel, fueron capaces de guardar los mandamientos y decretos de Dios a la perfección. Solo lo hizo Jesús —el Rey Davídico definitivo— quien es el Rey ungido totalmente obediente y eterno. Él es quien es «fiel [a Dios] con toda el alma y de todo corazón» (v.4).
Como Eugene Peterson escribe en The Message, el Libro de los Reyes es «una incesante exposición de fracasos». Pero Dios continúa haciendo que Su propósito soberano se cumpla, con frecuencia de una manera silenciosa y escondida. La soberanía de Dios nunca es anulada, ni siquiera por los líderes con los defectos y pecados más grandes (los reyes). Esto significa que puedes confiar en su soberanía en tu vida, tu iglesia y tu cultura.
Señor, ayúdame a seguir a Jesús, a quien Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder. Necesito el poder y la unción de tu Espíritu Santo para enfrentarme a la «oposición y los enemigos». Ayúdame a ser fuerte y a andar por tus caminos, marchando con fidelidad ante Ti con todo mi corazón y mi alma (v.4).
Pippa Adds
1 Reyes 1:1–2
«El rey David era ya tan anciano y tan entrado en años que, por más que lo abrigaban, no conseguía entrar en calor. Por eso sus servidores le dijeron: “Busquemos a una joven soltera para que atienda a Su Majestad y lo cuide, y se acueste a su lado para darle calor”».
Comprendo al rey David, pues soy muy sensible al frío. No estoy segura de cuál fue la solución adoptada por David; ¡lo que yo preferiría sería tener una bolsa de agua caliente!
References
Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, IncAbout this Plan
¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.
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