No permitas que el pasado obstruya tu presente arruinándote el futuro.

Sabías que una de las tantas formas en que nos estancamos en nuestras vidas tiene que ver con no soltar el pesado o porque aun teniendo una nueva vida en Cristo Jesús seguimos pensando en el lugar de donde él ya nos ha sacado, otra de las cosas que suelen suceder es que caminamos con la vista hacia atrás y a esto podemos decirle o llamarle con la popular frase que utilizamos en las conversaciones “Antes yo era….”.

Cambiemos el lenguaje, hablamos del ahora y hagamos un análisis de las cosas pasadas que no deben estar incluidas en la nueva temporada que Dios ha preparado para nosotros en el caminar de nuestras vidas, la biblia establece que de modo que si alguno está en Cristo es una nueva criatura, debemos de abandonar lo pasado para estar en Cristo, despojarnos de nuestra vida pecaminosa, de nuestros malos deseos, de nuestros malos hábitos, de la manera tan errada de pensar, de la forma tan egoísta de comportarnos y de la forma tan complicada para comunicarnos con los demás, requerimos de más amor en esta nueva temporada, de más perdón y menos señalamiento hacia los errores que alguien  más puede estar cometiendo y para esto debemos de soltar el pasado.

Realmente, pudiera durar todo un día hablando del pasado, pero la idea es ser precisa y concisa donde quiero que tu analices cuáles cosas de mi antigua vida pecaminosa he traído a esta vida con Cristo Jesús que no me permite avanzar, y si le entregamos a Dios eso que nos cuesta, que nos duele, pero es necesario soltar para seguir avanzando y llegar a ser todo lo que Dios quiere que seamos?

Veamos los siguientes puntos:

1-Qué relaciones sentimentales o de amistad mantengo que me perjudican.

2- Cuáles actitudes adoptaba en mi antigua vida que no me permitía reflexionar a Cristo.

3-Cuáles chats debo de eliminar porque me llevan a hacer cosas que no le agradan a Dios que en mi pasado si hacía.

4-Cuáles cuentas en el IG debo de dejar de seguir porque el contenido no edifica sino que destruye y me lleva a caer en tentación.

Identifiquemos aun aquellas cosas que al verlas, oírlas, pensarlas o hablarlas no solo nos destruyen a nosotros mismos en el área espiritual, sino también que son fuentes de contaminación para otros.