Eclesiastés: La aventura de una vidaSample

Consideremos las circunstancias

Nuestras vidas son solo el prólogo de nuestro viaje cósmico. Y es solo un viaje entre otros billones de sinfonías en concierto, en una creación que declara la gloria de Dios.

El propósito de la vida no es aligerar nuestras circunstancias, sino ver cómo podemos participar enteramente en la gran melodía del cosmos. La alabanza del cielo. La adoración del Rey.

Es importante disfrutar de la prosperidad, pero en Eclesiastés, Salomón deja claro que no todas las circunstancias serán placenteras. Eso sí, todas son parte del viaje.

No es fácil adaptarse a la perspectiva de que Dios es bueno con nosotros cuando las circunstancias son difíciles. «¿Por qué un Padre amoroso no querría que yo estuviera cómodo?». Salomón habla elocuentemente sobre la naturaleza impalpable y sutil de la existencia humana. No podemos comprenderlo todo. Pero cuando confiamos en Dios y aceptamos su invitación a adaptarnos a su perspectiva, todo parece tener sentido. Cuando los tiempos son difíciles es particularmente importante adorarlo, creyendo que Dios tiene las mejores intenciones para nosotros.

No nos estanquemos intentando eliminar la adversidad. La adversidad es un factor temporal que nos invita a un regalo eterno de posibilidades. Adoración. Conocimiento de Dios. Fe.

Esta vida es nuestra única oportunidad de conocer a Dios por medio de la fe. Nuestra existencia sutil en este planeta provee una bendición cósmica que muy apenas podemos entender. Ejercitemos nuestra fe para aceptar esta increíble oportunidad y los retos de la vida, al mismo tiempo que disfrutamos de sus bendiciones.

Oremos y pidamos a Dios que nos ayude a percibir las señales que nos está enviando para adorarlo y alabarlo. Levantemos su nombre con palabras de adoración y canto, pues sus poderosas obras y maravilloso amor son los mismos en los tiempos difíciles. Digámosle cuánto ansiamos crecer en su conocimiento y en su gracia. Que seamos conocidos por él, para que nuestra relación no sea solo un producto de nuestra imaginación, pero una roca sólida donde podemos descansar. Pidámosle que nuestra confianza se profundice en sus caminos al obedecer su Palabra, confiando que, en medio de la adversidad, valoraremos su mirada más que nuestra comodidad.

Por favor lee más y disfruta del libro de Eclesiastés mientras Dios te guía.