Pascua: RegresoSample
Día Dos: Limpieza y Conflictos
Escrito por Danny Saavedra
“Vinieron pues a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. Y les enseñaba diciendo; “¿no está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”. –Marcos 11:15-17
La palabra celo no es una palabra que se oye a menudo. De hecho, es difícil escucharla en una conversación cotidiana. El diccionario define celo como una “gran energía o entusiasmo en la persecución de una causa u objetivo”, algunas palabras relacionadas a ella, incluyen pasión, vigor, intensidad, devoción, fervor y fuego.
En la última semana de vida de Jesús, aumentaron sus conflictos con la religión establecida empezando por el día en que entró cabalgando a Jerusalén, día que afectuosamente llamamos “Domingo de Ramos”.
Las cosas se calentaron más al día siguiente, cuando Jesús entró en la casa de su Padre y vio a aquellos a los que se refería como "ladrones" aprovechándose del pueblo de Dios.
Jesús, lleno de celo por la casa de Dios y sus hijos, tomó acción: “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas” (Mateo 21:12). Vemos como nuestro Señor no permitió el abuso de aquellos cambistas en sus hijos, hombres y mujeres de Dios que venían al templo a ofrecer sacrificios a Dios.
Jesús, en ese momento, mostró una vez más, ser la voz de los sin voz y defensor de los sin defensa. Con su actitud causó una gran escena, ofendió a muchos y sin duda también tocó corazones. Interrumpió el negocio que hacían de la religión y haciendo esto atrajo la ira de los líderes religiosos quienes ya habían decidido matar a Jesús.
Hay algo importante que necesitamos ver aquí. ¿Sabías que ésta no era la primera vez que él hacía esto? En Juan 2:13-23, vemos que en el principio de su ministerio, tres años antes, ¡Jesús hizo lo mismo! Si pensamos en esto vemos cómo Él termina su ministerio con la misma acción conque lo comenzó, limpiando el templo.
¿Porqué es esto importante? ¡Porque esto es lo mismo que Él hace en nosotros! Cuando nosotros nos entregamos a Jesús por primera vez, Él viene a vivir en nuestros corazones y limpia nuestros templos. Él vuelca mesa tras mesa de nuestra vida pasada y echa fuera al ladrón que busca robar, matar y destruir nuestra alma (Juan 10:10) y así es Él quien reside en nuestro templo. Aquél que vivió entre nosotros, ahora reside dentro de nosotros (Romanos 8:10)
Si tú nunca has aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador, hoy puede ser ese día, Él echará fuera la oscuridad en tu alma y la llenara de paz, amor y esperanza. Lo único que tienes que hacer es creer en Él y clamar a Él (Romanos 10:13)
Pero gracias al Señor, no todo termina ahí. ¿Cómo así? ¡Porque así como el volvió a Jerusalén y volcó las mesas dos veces, de vez en cuando nuestros corazones necesitan ser limpiados nuevamente! De tiempo en tiempo, de minuto a minuto necesitamos que el Señor vuelque las mesas en nuestros corazones y los limpie de cosas como idolatría, fortalezas, pecados ocultos y amargura. Lo necesitamos para sacar las cosas que no son de Dios y que han tomado residencia en nuestros corazones. Y lo hermoso de esto es que ¡El nunca pierde su celo, pasión, fuego y fervor por nosotros! Su amor nunca necesita ser reencendido. Él tiene celo por mí y por ti y él nunca nos abandonará.
No tenemos que hacer todo nosotros mismos. No tenemos que volcar nuestras propias mesas para que el Señor habite en nosotros. Él nos ama y cuando le entregamos nuestra vida, Él vive en nosotros.
Búscalo hoy, pídele que examine tu corazón y te muestre si hay algo en ti que lo ofenda “Y ve si hay en mi camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”
(Salmo 134:24). Confía en Su Palabra: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).
Scripture
About this Plan
Este plan de lectura devocional de Pascua lo llevará a través de la última semana de la vida de Jesús según lo contado a través del evangelio de Marcos. Cada día, podrás ver dónde estaba Jesús en Su camino hacia la resurrección y también podrás reflexionar sobre dónde Él te ha traído y cómo ha trabajado en ti.
More