El Gran "Yo Soy" Y Sus PromesasSample

Cimientos espirituales

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33)

Querido amig@, muchos, por no decir “La mayoría de nosotros” todos los años, damos inicio a nuestro nuevo año, con buenas intenciones y mucho optimismo, y a medida que avanzan los días nos ponemos metas entre las que incluimos bajar de peso, hacer más ejercicio, gastar menos, ahorrar más, dejar malos hábitos y ser mejores personas.

Aunque no hay nada de malo con estos objetivos, valdría la pena considerar primero la regla de oro de “Buscar primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt.16:33) como la prioridad número uno en la lista de las grandes cosas que queremos hacer al comenzar un nuevo año, un nuevo empleo, una nueva relación, etc. etc.

Jesús, en la gran conclusión del sermón de la montaña nos aseguró que, si nuestra mayor prioridad es el reino de Dios, ¡Él se encargará de las demás cosas!

Bueno, tal vez te preguntes y ¿Cómo hacer del reino de Dios mi mayor prioridad? o ¿Qué significa buscarlo primero?

Significa que, primero, intencionalmente pasaras más tiempo con Él y su palabra, que a través de la oración buscaras su guía, dirección, ayuda, sabiduría diaria y que en estos tiempos confesarás tus pecados cuando arruines las cosas, como también buscaras su gracia, para que Él pueda ayudarte a volver a sus caminos y propósitos (Heb.4:16).

Significa también que, el anhelo de tu corazón será buscar la agenda de Dios y no imponer la tuya, ¿Cómo hacer esto?, te preguntaras; con humildad, incluye cada día en tu tiempo con Dios una petición que diga: “Señor pongo todos mis planes en tu presencia, más no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lc 22:42). Al final, camina confiado porque estarás viviendo para agradar a Dios, no para agradarte a ti mismo.

Significa también que, si de forma imperativa buscas las cosas “De arriba” la adoración a Dios deberá ser algo natural en ti, como un “Lifestyle - estilo de vida” que te hace consciente de las realidades espirituales en las cuales vives.

Pero lo más importante, significa que reconoces que Cristo es todo, que vive en ti y que eres tan solo un mayordomo de todo lo que Dios hace, te da y quiere hacer a través tuyo.

Que en Él “Están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento”. Los verdaderos tesoros de la vida: amor, gozo, paz, plenitud, verdadero éxito, solo se encuentran en Jesús.

¡Medita en esto!