7 días para afrontar las pruebas con seguridad.Sample

¡Tu libertad está cerca!

Como sabes, la vida está llena de imprevistos. Una llamada telefónica, una mala noticia, un accidente... y todo por lo que habíamos trabajado puede venirse abajo en un momento. El dolor y la desesperación parecen adueñarse de la situación, robándonos el gozo y la paz.

Probablemente, en esos momentos te vienen a la mente preguntas tales como:

• ¿Dónde está Dios?
• ¿Sabe Él por lo que estoy pasando?
• ¿A qué espera para acudir en mi ayuda?
• ¿Por qué me ha abandonado?

Jesús mismo experimentó este sentimiento de abandono y de angustia en la cruz cuando dijo: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» (Mateo 27:46).

Sí, en medio de nuestro desconcierto, podemos cuestionarnos acerca de la presencia de Dios. Sin embargo, cuando la tormenta más arrecia, ¡puedes estar seguro de que Dios está cerca de ti! Él ve tu situación, conoce perfectamente tu dolor, y te promete: «Me invocarás, y Yo te responderé; contigo estaré Yo en la angustia; te libraré y te glorificaré. Te saciaré de larga vida, y te mostraré mi salvación» (adaptado del Salmo 91:15-16).

No, querido/a amigo/a, Él no se aleja de ti, no te abandona mientras espera que «pase la tormenta». NO: Dios está contigo, y cuando enfrentas esas pruebas, Él está a tu lado para enfrentarlas contigo. 

Y como siempre cuando Él da palabras de ánimo en la Biblia, termina haciéndote una promesa. Estos días vimos que Él nos promete que heredaremos promesas, así como nos promete también la manifestación de su gloria venidera. La promesa de hoy es liberación: Él nos librará de esas circunstancias. 

No estás solo/a, y no estás obligado/a a llevar tampoco estos sentimientos tú solo/a. El Señor te entiende perfectamente. ¿Acaso no padeció los peores sufrimientos del mundo en el Gólgota?

Dios te escucha y te sostiene. Su oído no se ha vuelto sordo a tus gritos. ¡Levanta la cabeza e imagínate a Dios actuando entre bambalinas en el cielo, obrando con sus ángeles a tu favor! Cree en este día que la hora de la liberación va a llegar pronto, y que tus mejores días están aún por llegar. 

Sí, querido/a amigo/a, tu liberación está cerca, ¡aguanta firme! No olvides nunca que Dios cumple siempre lo que promete.

¡Proclama conmigo que hoy es un día de victoria!

Gracias por existir,
Éric Célérier