Guardianes Del EvangelioSample

 ¿Prefieres estar con otros o solo? Existe un argumento común de película en el que al protagonista que prefiere trabajar solo (por lo general, un detective gruñón), terminan adosándole un compañero con el cual forma una pareja dispareja, pero al que va respetando cada vez más a medida que transcurre la película y finalmente llega a darse cuenta de que era mucho mejor estar juntos.

Puede ser demasiado fácil pensar que puedes andar solo por la vida, pero no fuimos creados para estar solos. Hemos sido creados a la imagen de la eterna relación del Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu. Creados para relacionarnos con Él y unos con otros.

Estar solo es lo opuesto a aquello para lo cual fuiste creado; por tanto, no debería sorprendernos que los sicólogos reconozcan hoy en día que la soledad es uno de los estados mentales más destructivos a largo plazo. Tampoco es necesario que estés por tu cuenta para sentirte solo. Algunas de las personas más solitarias en realidad están rodeadas por otros. Pero las relaciones pueden ser delicadas. Por cierto, disfrutábamos de una comunión perfecta con Dios en el jardín de Edén y aun así nos las ingeniamos para hacer que la relación fuera complicada. La gente nos desilusiona y nosotros desilusionamos a otros.

Pablo le menciona a Timoteo algunas personas que lo han agraviado a lo largo del camino. Alejandro, el que trabajaba el cobre, aparece para una reprensión particularmente severa, reconocido por haberle causado al apóstol «mucho daño».

Cuando otros nos lastiman, podemos correr el peligro de aislarnos para procurar protegernos de que nos vuelvan a herir. Si alguna vez alguien te ha causado mucho daño, sin duda, te ha dejado un efecto duradero que trascendió el final de la relación. Sin embargo, es hermoso ver que a pesar de todos los que le fueron desleales y le causaron daño, Pablo sigue valorando las relaciones con los demás. No permite que los fracasos de algunos manchen la necesidad y el potencial de otros.

Por supuesto, es arriesgado confiar en otros que pueden decepcionarnos. Sin embargo, sabiendo que lo íbamos a defraudar, Jesús murió por nosotros. El punto de partida es confiar en Aquel que nunca te decepcionará. A la luz de la relación con Él, encuentra la perspectiva y la provisión para todas las otras relaciones. Los cristianos encontramos la comunidad relacional en dos frentes conectados:

1. Dios es nuestra primera comunidad

No importa cuánto pueda desilusionarnos otra gente, Dios nunca lo hará. Él permanece a nuestro lado y nos da fuerza. En toda circunstancia de la vida, Dios está con nosotros, y mucho más cuando somos fieles en la proclama de Su glorioso evangelio.

2. La Iglesia es la extensión de esa comunidad

Dios nos ha suplido los unos a los otros para ofrecernos apoyo práctico y compasión. Si alguna vez deseaste que Dios te diera un abrazo cuando lo necesitabas, eso es exactamente lo que Él desea hacer a través de Su pueblo. Al saber que está pronto a morir, Pablo le pide a su querido amigo Timoteo que venga prontamente a él. No quiere perder la oportunidad de una última conexión, de compartir en fraternal comunión que revele algo de la comunión eterna de todos los creyentes con su Dios.

El mundo necesita conocer la comunidad de Dios. Él diseñó que esto se lograra a través de la comunidad de la Iglesia que se dirige al mundo en palabra y en hechos... apoyando, alentando y rindiendo cuentas unos a otros. Vamos al mundo, con Dios a nuestro lado, como la familia de la Iglesia para anunciar que Dios se ha ocupado de la complicada situación de nuestra relación con Él. Nunca más necesitan estar solos.

Promover el evangelio: únete al movimiento

Uno de los principios centrales de Avance es la rendición de cuentas. En cada sesión, los que están en el grupo llenan un formulario de rendición de cuentas, que le ayuda a cada persona a reflexionar sobre su salud espiritual, su vida emocional, sus hábitos, relaciones y demás. Se da tiempo para los comentarios y oramos juntos mientras nos alentamos mutuamente para crecer en santidad y confianza en el poder de Dios para ayudarnos.

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