Íntimos de DiosSample

La multiplicación de los íntimos

Todo aquello que Dios ha creado y ha visto como bueno es su deseo que se reproduzca y multiplique. Lo vemos en el relato del Génesis, los animales, los vegetales y el hombre mismo nacieron con la capacidad y la comisión de reproducción, nunca fue opcional, el deseo del cielo es la multiplicación. Esto lo vemos en la higuera que no tenía frutos, en el fruto está la semilla, fue maldecida por ese motivo y se secó. Hay una relación directa entre fruto, multiplicación y gobierno; fructificar, multiplicar, llenar la tierra y sojuzgarla están en el mismo paquete.

El concepto se repite en la vida de Abraham, recibe bendición en forma de un solo HIJO, pero en él tiene promesa de una NACIÓN, el fruto multiplicado y a la vez esa bendición alcanza a todas las familias de la tierra.

En el Nuevo Pacto no es diferente. Jesús tiene intimidad con sus discípulos y allí los capacita para ir a predicar, sanar, hacer milagros; no es mera enseñanza, es transmisión de esencia. Vemos lo mismo con Pablo. Él se vuelca en Timoteo, su hijo en la fe, y le encarga que haga lo mismo con otros hombres, y a su vez estos preparen a otros. Es una cadena de multiplicación que no debe cortarse.

El fruto de la intimidad es la reproducción de la esencia. La recompensa en público no significa el aplauso de los hombres sino el ser agentes de expansión del Reino y del conocimiento de la gloria de Dios.

Es por eso que entendemos que como hijos de Dios somos llamados a vernos en un contexto generacional, en el que somos un eslabón de una larga cadena histórica.

¿Cómo pensamos generacionalmente?

Con una mirada de gratitud hacia el pasado. Hoy estamos donde estamos porque hubo personas que nos trajeron hasta aquí. Honrar implica reconocer lo bueno que hicieron y que nos han dejado como herencia, y cuidarla.

Con una mirada hacia el futuro, levantándonos como padres naturales y espirituales. Dejando legado y acrecentando la herencia para nuestros descendientes. Recuerda que aquello que tú conquistes es herencia para ellos. Una familia que ha conquistado tener buenos hábitos, ser laboriosa, dar prioridad a Cristo en sus vidas, etc, va a dejar eso a la siguiente generación.

LO QUE TÚ CONQUISTES, SUMADO A LO QUE ATESORES COMO HERENCIA, PODRÁS DEJAR COMO LEGADO A TUS DESCENDIENTES.

Reflexiona

• Haz una lista de cosas de la buena herencia que te dejaron quienes te precedieron.
• Haz una lista de cosas que son tu conquista y que dejarás a tu descendencia.

Ora

• Pídele al Padre que te muestre áreas de conquista para posicionar mejor a tus descendientes.
• Dale gracias por la herencia buena que te dejaron quienes te precedieron.
• Comprométete a buscar su rostro para ser un mejor padre, en lo natural y en lo espiritual.
• Dale gracias por su paternidad.