[#Vida] MatrimonioSample
Abraza la prioridad
Siempre habrá algo que necesitamos hacer en nuestras vidas. Una cosa más que debemos terminar antes de irnos a casa, antes de ir a esa cita con nuestro cónyuge, antes de tomar esas vacaciones que tanto necesitamos juntos. Sin embargo, esas cosas pueden no ser una prioridad real. Necesitamos elegir nuestras prioridades con sabiduría. Necesitamos hacer de nosotros y de nuestro cónyuge una prioridad en nuestro matrimonio. ¿Por qué también deberíamos hacer de nosotros una prioridad? Porque somos uno. Y ese uno está compuesto de mi cónyuge y yo. Por eso es que los dos somos prioridad. De igual manera, muchas veces nos ponemos a nosotros mismos como prioridad, nuestras necesidades, nuestros deseos, queremos que las cosas se hagan a nuestro modo, y nuestro matrimonio comienza a sufrir. Muchas otras veces nos olvidamos de cuidarnos a nosotros mismos, y nuestra salud mental y física comienzan a sufrir, como también nuestro matrimonio. Por esta razón es muy importante que hagamos de este «nosotros como uno» nuestra prioridad número uno si queremos tener un matrimonio sano, divertido y que dure para siempre.
Cuando Jesús habla del matrimonio, cuando dice que nada ni nadie separe lo que Dios ha unido, lo que quiere decir ese so. Que nada separe tu matrimonio. Ni una persona ni una prioridad equivocada. Tener un trabajo es realmente importante y una bendición de Dios. Tener hijos es hermoso y es una bendición de Dios. Tener la casa de tus sueños es maravilloso. Estar con amigos y familia es divertido, y muchas veces necesario. Sin embargo, ninguna de esas cosas debe ser nuestra prioridad número uno. Nunca se pueden convertir en una excusa para pasar tiempo separados. Habrá momentos en los que nuestro trabajo demandará más tiempo y atención, pero nunca puede convertirse en nuestra prioridad principal. Tener la casa de tus sueños nunca puede ser tu prioridad número uno. Todas las cosas que son añadidas a nuestra vida de casados son una bendición de parte de Dios que debemos cuidar muy bien, pero ninguna de esas cosas debe ocupar el lugar de nuestros cónyuges.
Pensamiento del día
¡Tantas peleas podrían evitarse si aprendiéramos a abrazar nuestras prioridades como matrimonio! Dios y tu cónyuge son tu prioridad número uno. Cuando logremos comprenderlo y abrazarlo, comenzaremos a disfrutar de nuestro matrimonio y nuestro cónyuge como nunca antes.
About this Plan
Parejas casadas, disfrutemos del matrimonio. Hagamos cosas divertidas. Prioricemos la oración y el alentar al otro. Caminemos en los caminos de Dios. Aprendamos a pelear limpio. Cuando hagamos estas cosas, creceremos en nuestra relación con Dios y comenzaremos a ser más como Jesús.
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