Navidad: el corazón de Dios envuelto en un fajadoSample
El verdadero árbol de Navidad
Los árboles de Navidad son una de las mejores partes de nuestras tradiciones navideñas. Escoger el árbol perfecto, ubicarlo y decorarlo es un asunto familiar muy divertido que todos esperamos que llegue. Se convierte en el punto focal del hogar, especialmente cuando sus luces centelleantes bailan rodeando los regalos envueltos en papel colorido que están reunidos debajo, y añadiendo a la alegría de la Navidad. Tanto niños como adultos por igual contemplamos nuestro árbol festivo y resplandecemos con el mismo brillo.
Hay muchas otras maneras de celebrar la Navidad y la temporada navideña, como que toda la familia acompañe a los vecinos para bendecir a la comunidad con un concierto de villancicos. Y sin embargo, ya sea la música o las risas de nuestros niños y niñas cuando abren sus regalos, los “¡Vaya!” y “¡Ahhh!” cuando nos sumergimos en la festividad de Navidad, y todo el resto, nuestros ojos parecen dirigirse continuamente a la presencia suavemente imponente del árbol de Navidad con sus luces, adornos, y su estrella brillando con fuerza desde su cumbre.
Pero hay otro árbol o madero de Navidad, sin el cual nuestros árboles de celebración, con todos sus adornos, no tendrían ningún significado... Y es el madero al que fue clavado el Hijo de Dios por nuestros pecados, como nos dice Hechos 10:39: “Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero”.
Por eso nació el niño Cristo. Toda su vida fue un viaje implacable hacia el madero donde fue colgado. Jesús era bien consciente de eso, por lo cual declaró: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14-15).
Este es el árbol al que miramos, el madero sobre el cual fue levantado el Señor. Y en cierta manera, celebramos la Navidad cada día del año cuando el gran regalo de Dios para nosotros es abierto en los dos versículos siguientes (Juan 3:16-17): “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Que tenga una feliz y significativa Navidad, ¡el 25 de diciembre y cada día!
Scripture
About this Plan
Desde escoger a una humilde doncella como su madre, hasta anunciar su nacimiento a pastores comunes, el modo en que el Señor eligió para venir a la tierra revela la intención de su corazón. Este plan de siete días indaga en la humildad del Dios poderoso revelada en el significado de la Navidad.
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