Jesús te dice: ¡sígueme!Sample
Jesús enseñó e hizo cosas diferentes
Jesús encontró una procesión fúnebre, el joven que había muerto era el único hijo de una viuda, y una gran multitud de la aldea la acompañaba. Cuando el Señor la vio, su corazón rebosó de compasión. «No llores», le dijo. «Joven —dijo Jesús—, te digo, levántate». Probablemente la multitud pensó, «¿Quién puede decir algo así?»
¡Entonces el joven muerto se incorporó y comenzó a hablar!– volvió a la vida – La gente estaba asustada y maravillada a la vez. Ellos dijeron: «Un profeta poderoso se ha levantado entre nosotros» y «Dios ha visitado hoy a su pueblo». Tenían razón; Dios de verdad estaba ahí. Jesús hizo muchos milagros. ¡Tantos milagros que si se escribieran, no habría suficiente lugar en el mundo para contenerlos! Jesús demostró a la gente cuánto los amaba.
Una vez contó una historia. Un hombre tenía dos hijos. El hijo menor dijo al padre: «Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras». El padre accedió. El hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó, derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. Cuando acabó el dinero, hubo una gran hambruna en todo el país, y comenzó a morirse de hambre. Convenció a un agricultor local de que lo contratara, y el hombre lo envió al campo para que diera de comer a sus cerdos. El joven estaba solo, sucio y hambriento, tuvo tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer.
Cuando entró en razón, dijo: «En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy, muriéndome de hambre! Volveré a casa de mi padre y diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero».
Regresó a la casa de su padre, quien lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. Su hijo le dijo lo que había en su corazón. Él no merecía ser bienvenido, pero su padre le dio la bienvenida. Así es el amor verdadero.
Su padre dijo: «Traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. Maten el ternero gordo. Tenemos que celebrar con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado».
¿Quién haría algo así? ¿Quién daría la bienvenida a casa a una persona que había hecho y dicho cosas terribles? Dios. Dios lo hace. Tal como el padre de esta historia, Dios espera que cada persona venga a casa por el camino trazado claramente.
Scripture
About this Plan
Dios te ama de manera especial. ¡Le importas y te ama así! ¿Cuán sorprendente es el amor de Dios por ti? Mira el cielo de noche y ve lo que Dios ha creado, todo danza en los cielos en el lugar correcto, justo en el momento correcto. Y luego recuerda: Dios quien hizo todo eso, también te hizo a ti. Dios se preocupa por ti, te escucha y te ama.
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