Jesús te dice: ¡sígueme!Sample
El mundo fue alterado
Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre. Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible.
Una noche, más de dos mil años atrás, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, una aldea de Galilea, a una virgen llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. Gabriel se le apareció y dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo!»
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. —¿Pero cómo podrá suceder esto? —Preguntó María al ángel—. Soy virgen.
El ángel le contestó: —El Espíritu Santo lo hará posible y el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios. Porque nada es imposible para Dios. Poco tiempo después, José viajó a Belén, con María, su prometida. Y mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. María dio a luz a su primer hijo, un varón.
Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados, pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—.
Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador- sí, el Mesías, el Señor- ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David! Y lo reconocerán por la siguiente señal: encontrarán a un niño envuelto en tiras de tela, acostado en un pesebre».
Fueron de prisa a la aldea y encontraron a María y a José. Y allí estaba el niño, acostado en el pesebre. Después de verlo, los pastores contaron a todos lo que había sucedido y lo que el ángel les había dicho acerca del niño. Todos los que escucharon el relato de los pastores quedaron asombrados.
Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído. Todo sucedió tal como el ángel les había dicho. ¿Quién escogería a gente común y corriente para ser los primeros en ver y adorar al Hijo de Dios? ¿Quién daría tal honor a gente común, sin poder y sin fama? Dios. Dios lo hace. Él no tiene favoritos y su amor es para todos – incluso para gente común y corriente. El nacimiento humilde de Jesús demuestra que Dios desea estar cerca de gente común. La forma en que Él vivió en la tierra lo demuestra.
About this Plan
Dios te ama de manera especial. ¡Le importas y te ama así! ¿Cuán sorprendente es el amor de Dios por ti? Mira el cielo de noche y ve lo que Dios ha creado, todo danza en los cielos en el lugar correcto, justo en el momento correcto. Y luego recuerda: Dios quien hizo todo eso, también te hizo a ti. Dios se preocupa por ti, te escucha y te ama.
More