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[Serie ¡Qué dicha!] Humildad y justiciaSample

[Serie ¡Qué dicha!] Humildad y justicia

DAY 5 OF 7

Donde hay amor, está Dios II

Casi estaban por cerrar el almacén cuando una mujer preguntó por unos zapatos. «Para la escuela» dijo ella, y dio la talla de su hijo, que se escondía nerviosamente detrás de su madre. Cuando Martín trajo los zapatos nuevos y brillantes, los ojos del pequeño se abrieron y sus labios resplandecieron con una inmensa sonrisa. «Es un buen estudiante», dijo la madre con orgullo. Después de saber el precio, sin embargo, ella bajó la mirada y se dirigió a la puerta. Conmovido, Martín sacó de su bolsillo un cupón y un par de billetes para ajustar lo necesario. La madre y el hijo salieron felices y pronto Martín se olvidó de ellos; después de todo, solo tenía mente para pensar en la visita del Señor. 

De camino a su casa después de cerrar, Martín observó, en la esquina, a un vendedor de sombreros. De repente, un niño salió corriendo, tomó un sombrero y se dispuso a escapar. Cuando el vendedor lo sujetó de los cabellos, mientras el niño gritaba. El viejo lo reprimía y lo amenazaba con llamar a la policía. Martín no perdió tiempo y tomando al niño del brazo le dijo al viejo: «No le grites por amor a Cristo». Y mirando al joven le pidió: «prométeme que no lo volverás a hacer». 

Reconociendo su error, el pequeño comenzó a llorar. Martín pagó el sombrero con lo que quedaba en su bolsillo — después de todo era invierno— y el niño se ofreció a ayudarle a aquel hombre a recoger sus mercancías. Martín llegó a su casa cansado, pero aun esperando la visita del Señor. 

Se oscureció pronto. Martín abrió la Biblia como cada noche y se disponía a leerla cuando vio que algo salía de la esquina de su habitación y escuchó una voz. 

«Martín, ¿no me has reconocido?» 

«¿Quién eres?» preguntó Martín. 

«Soy yo», respondió la voz. Y en la oscura esquina apareció el indigente a quien Martín había ayudado. «Era yo», dijo la voz, mientras desaparecía aquella imagen. «Era yo», dijo de nuevo la voz, y esta vez vio a la madre a cuyo hijo le había regalado los zapatos. Y de pronto, vio al niño con su nuevo sombrero, «Era yo» dijo. 

Cuando todo desapareció, Martín fijó su mirada en un versículo de la Biblia que decía: Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento… Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron. Martín había comprendido su sueño. De verdad, el Señor lo había visitado aquel día.

¿Qué piensas sobre la historia que leímos de León Tolstoi? ¿Cómo te sentirías si te pasara esto? 

Day 4Day 6

About this Plan

[Serie ¡Qué dicha!] Humildad y justicia

Este plan devocional es parte de la serie ¡Qué dicha!, de American Bible Society, que se enfoca en el estudio de las bienaventuranzas, parte importante del Sermón del Monte; con un enfoque práctico y vivencial para la persona y la familia. Este plan abarca las bienaventuranzas: humildad y justicia.

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