La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2019Sample
¿Por qué Dios permite el sufrimiento?
Un niño de un año de edad se quebró la espalda al caer por unas escaleras. Pasó su infancia y juventud entrando y saliendo del hospital. Gavin Read, obispo emérito de Maidstone, Inglaterra, lo entrevistó en la iglesia. El muchacho subrayó lo siguiente: «Dios es justo». Gavin lo interrumpió, preguntando: «¿Cuántos años tienes?». «Diecisiete», respondió. «¿Cuántos años pasaste en el hospital?». El muchacho contestó: «Trece». Gavin preguntó: «¿Consideras que es algo justo?». La respuesta: «Dios tiene toda la eternidad para compensarme».
Vivimos en un mundo de gratificación instantánea que casi ha perdido por completo su perspectiva de lo eterno. El Nuevo Testamento está repleto de promesas maravillosas sobre el futuro: toda la creación será restaurada. Jesús regresará para establecer «un cielo nuevo y una tierra nueva» (Apocalipsis 21:1). No habrá más llanto, porque no habrá más dolor ni sufrimiento. Nuestros cuerpos frágiles y en descomposición cambiarán por un cuerpo como el de Jesús, gloriosamente resucitado.
El sufrimiento no es parte del orden original creado por Dios (ver Génesis 1 y 2). No había sufrimiento en el mundo antes de la rebelión contra Dios. No habrá sufrimiento cuando Dios cree un nuevo cielo y una nueva tierra (Apocalipsis 21.3-4). El sufrimiento es, por lo tanto, una intrusión foránea en el mundo de Dios.
Esto, desde luego, no es una respuesta completa a la pregunta: «¿Por qué Dios permite el sufrimiento?». Como vimos ayer, no hay una solución simple ni completa, pero cada uno de los pasajes de hoy nos ofrece una perspectiva suplementaria.
Salmos 16:1-11
Considera el sufrimiento de esta vida en el contexto de la eternidad
El salmo de hoy es uno de los pocos pasajes del Antiguo Testamento que anticipa la esperanza de una eternidad en la presencia de Dios. David afirma: «No dejarás que mi vida termine en el sepulcro; no permitirás que sufra corrupción tu siervo fiel. Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha» (vv.10-11).
Se trata de nuestra esperanza futura. Estos versículos muestran que la resurrección de Jesús fue predicha en la Escritura (ver Hechos 2:25-28). Esta vida no es el final. Puedes mirar hacia adelante, a la eternidad en la presencia de Dios, la plenitud de gozo y sus deleites por siempre. «De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros» (Romanos 8:18).
Señor, gracias porque en Cristo puedo aguardar deseoso el tener un cuerpo resucitado y pasar una eternidad en la presencia de Dios, donde habrá plenitud de gozo y deleites por siempre jamás.
Mateo 18:10-35
Comprende la relación entre la libertad humana y el sufrimiento
Dios te ama. El amor no sería amor si fuera algo forzado; solo puede ser amor si hay una verdadera elección. Dios concedió a los seres humanos la opción y la libertad de amar o no amar. Gran parte del sufrimiento es ocasionado porque escogemos no amar a Dios o a los demás. Como David lo expresa en el salmo de hoy: «… los que aumentan el número de sus ídolos y los siguen con gran devoción» (Salmo 16:4, DHH).
No obstante, Jesús repudia expresamente relacionar de modo automático el pecado con el sufrimiento (Juan 9.1-3). También dejó claro que los desastres naturales no son necesariamente una forma de castigo de parte de Dios (Lucas 13:1-5). Pero cierta dosis de sufrimiento es resultado directo de nuestro pecado o del pecado de los demás. En este pasaje vemos tres ejemplos:
- Extraviarse
Jesús habla de la oveja que se «extravía» (Mateo 18:12).
Cuando nos apartamos de la protección del Pastor, nos quedamos desprotegidos. Pero Dios nunca dejará de buscarnos porque «no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños» (v.14).
- El pecado de otros
Jesús dice: «Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano» (v.15). Gran parte del sufrimiento en el mundo viene como resultado del pecado de otras personas, tanto a nivel global como en el plano comunitario, y también en un sentido individual. Jesús estableció un camino de reconciliación.
Llamó a sus discípulos a ejercer un perdón ilimitado. Dijo que cuando la gente pecara contra nosotros habríamos de perdonarla, no solo siete veces sino setenta y siete veces (vv.21-22).
El perdón no es fácil. La cruz nos recuerda cuán costoso y doloroso es. Perdonar no implica aprobar lo que otras personas hayan hecho, ni tampoco excusarlo, negarlo o pretender que no te ha causado heridas. Más bien, eres consciente de lo que hizo el otro y aun así eres llamado a perdonar. En tus relaciones personales es recomendable dejar de lado toda malicia, venganza y retribución, mostrando misericordia y gracia hacia la persona que te haya herido.
- Falta de perdón
En ocasiones perdonar puede ser extremadamente duro. Como escribió C. S. Lewis: «Todos piensan que el perdón es un concepto encantador hasta que tienen algo que perdonar».
En la parábola final podemos ver la naturaleza destructiva de la falta de perdón. La negativa expresada por el primer siervo en cuanto a perdonar una deuda comparativamente menor (alrededor del salario correspondiente a tres meses y medio comparado a alrededor de 160 000 años de salarios de una persona promedio), destruyó su relación con los demás siervos y llevó a que el segundo siervo fuera encarcelado. A menudo la falta de perdón destruye las relaciones entre la gente, y da como resultado que arremetan contra aquellos que consideran que han pecado en su contra. Vemos los resultados de esto en las rupturas matrimoniales, las relaciones rotas o los conflictos entre distintas comunidades.
No nos ganamos nuestro perdón sino que fue Jesús quien lo ganó por ti en la cruz. Pero tu disposición a perdonar es evidencia de que conoces el perdón de Dios. La gente perdonada, perdona. Dios nos ha perdonado tantas cosas que también debemos seguir perdonando las ofensas comparativamente pequeñas cometidas en contra de nosotros.
Estoy tan agradecido de que Dios no haya puesto un límite con respecto a la frecuencia con que me perdona. Pero cuando veo a los demás tengo la tentación de pensar: «No tengo problemas con perdonar una vez, incluso dos, pero si siguen haciendo esto ciertamente no se espera de mí que siga perdonando…».
Cultiva en tu corazón la misma actitud hacia otros que Dios tiene hacia ti.
Señor, ayúdame a usar mi libertad para amar, para buscar al perdido y tener misericordia. Ayúdame a no causar sufrimiento sino a dar mi vida, siguiendo el ejemplo de Jesús, para aliviar el sufrimiento.
Job 1:1-3:26
Responde siempre ante el sufrimiento con compasión
El libro de Job consiste principalmente en el sufrimiento. Gira en torno a la pregunta: «¿Cómo deberíamos reaccionar ante el sufrimiento?».
Quizá también podemos entrever en el libro de Job un indicio del origen del sufrimiento. Cuando los ángeles se congregaron ante Dios, «se presentó también Satanás» (1.6). Venía de «rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro» (v.7). Está claro que el objetivo de Satanás es causar tanto sufrimiento como le sea posible.
Al parecer Satanás era un ángel caído. Parece que antes de que Dios creara a los seres humanos creó otros seres libres, imaginativos e inteligentes, y que hubo una rebelión dentro de la esfera espiritual antes de que surgieran los seres humanos.
Gran parte del sufrimiento puede explicarse como el resultado del hecho de que vivimos en un mundo caído: un mundo donde toda la creación ha sido afectada, no solo por el pecado de los seres humanos sino también por el pecado de Satanás. La serpiente existía antes de que Adán y Eva pecaran. Como resultado del pecado de Adán y Eva, «cardos y espinas» entraron al mundo (Génesis 3.18). Aun desde aquella época la creación «fue sometida a la frustración» (Romanos 8.20). Los desastres «naturales» son uno de los resultados de este desorden en la creación.
Se permitió que Satanás incitara varias tragedias importantes en la vida de un hombre que era sin tacha y recto, que temía a Dios y rehuía del mal (Job 1:1). Job sufrió pérdidas en las áreas del dinero, las posesiones materiales (vv.13-17), la vida familiar (vv.18-19), la salud personal (2:1-10) e incluso en el apoyo de sus amigos.
Cuando afrontamos un sufrimiento inexplicable puede resultar fácil que culpemos a Dios. Aunque Job no sabía por qué sufría, reaccionó con adoración y confianza continuas en Dios durante su sufrimiento, así como había tenido en su época de bonanza (1:21,2:10). El escritor nos cuenta admirablemente: «A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra» (v.10b). Job permaneció fiel aun en las circunstancias más difíciles.
Inicialmente los amigos de Job respondieron de forma correcta: «Ninguno de ellos se atrevía a decirle nada, pues veían cuán grande era su sufrimiento» (v.13). Frente a un gran sufrimiento, los intentos de racionalizar pueden ser contraproducentes. Por lo general lo más positivo que uno puede hacer es rodear con el brazo a la persona y llorar «con los que lloran» (Romanos 12:15), accediendo a su padecimiento y participando tanto como fuere posible.
El pasaje de hoy no es el fin de la historia de Job. Al final, Dios restauró su fortuna y le dio el doble de lo que había tenido antes. Ahora sabemos que, por medio de Jesús, Dios tiene toda la eternidad para compensar todos tus sufrimientos en esta vida.
Señor, al ser testigo del sufrimiento ayúdame a mostrar compasión y poder llorar con quienes lloran.
Pippa Adds
Pippa añade:
Salmo 16:7
«Aun de noche me reprende mi conciencia»
En medio de la noche me vienen a la mente un montón de cosas, a menudo preocupaciones. Al llevarlas a la oración, Dios puede hablarme, instruirme y entonces «todo mi ser se llena de confianza» (v.9).
[Para un abordaje más amplio sobre el sufrimiento, recomendamos leer el libro de Nicky Gumbel: ¿Por qué permite Dios el sufrimiento?: http://www.alpharesources.org/Why-Does-God-Allow-Suffering-SI-Bklt-Spanish-PK-5-P14428.aspx
También está disponible en el capítulo 1 del libro de Nicky Gumbel Temas candentes: http://www.alpharesources.org/NEW-REVISED-Searching-Issues-Spanish-P14063.aspx]
References
Notas:
C. S. Lewis, Mero cristianismo, (Harper Collins, 2006).
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Con un estimado de más de 2 millones de usuarios en todo el mundo desde 2009, la Biblia en un año es un excelente plan diario de lectura de la Biblia. Cada día, recibirá una lectura de un Salmo o un Proverbio, una lectura del Nuevo Testamento y una lectura del Antiguo Testamento. Nicky y Pippa Gumbel luego brindan comentarios profundos, destinados a ser leídos junto con la Biblia para proporcionar una nueva comprensión de los textos. Nicky es el vicario de la iglesia HTB en Londres y pionero de Alpha.
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