Rapsodia de Realidades (Diciembre de 2018)Sample

  

17    Pastor Chris

Aprende A Perdonarte

En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia (Efesios 1:7). 

Al leer la anterior escritura sin la consideración debida, se podría concluir que en Cristo tenemos el ‘perdón de pecados’, pues esa es la expresión que hallamos en la versión Reina Valera. Pero la realidad es que lo que tenemos en Cristo trasciende completamente el perdón.

El perdón es un acto de clemencia, por el cual se condona el juicio y el consiguiente castigo. Cuando alguien es ‘perdonado’, significa que no va a ser castigado por la ofensa, aunque es responsable declarado de esa ofensa. Pero, verás, en Cristo nuestros pecados no son meramente perdonados, sino más que eso: son remitidos. La palabra griega es ‘aphesis’, que representa el completo lavamiento y eliminación de los pecados, de acuerdo con las riquezas de su gracia.

En Cristo, las ofensas son eliminadas; por lo que no eres juzgado, no en virtud de un acto de clemencia y perdón, ¡sino porque ese pecado ya no existe! Por ello, si un cristiano hace algo malo, y luego dice: ‘No me perdono a mí mismo’, está declarando que realmente no cree en la muerte vicaria de Jesús. Jesús murió por nuestros pecados. Por consiguiente, Él no sólo te manda que te perdones a ti mismo; sino que además te dice que Él es más grande que tú, que Él es el Juez, y que tus pecados te han sido remitidos.

Si crees que Él es el verdadero Juez, y que no te tiene en cuenta pecado alguno, ¿por qué has de sentirte tan frustrado por tus errores? No seas como aquellos que siempre se entristecen cuando van a orar, porque recuerdan sus errores pasados. Eso hace que su fe se desvanezca.  Hay incluso algunos que, como consecuencia de los errores que cometieron, han caído en fuerte depresión. Y otros han sucumbido a pensamientos suicidas, incapaces de enfrentarse a la vergüenza y la humillación de sentirse marcados por esas ofensas. ¡Eso sí que es erróneo!

Sí, puedes haber hecho algo muy malo. Incluso puedes haber arruinado algo valioso; pero no dejes que eso ahora te subyugue. Jesús se hizo responsable de tus errores. Él pagó el precio. Por lo tanto, niégate a permitir que las ofensas y los errores del pasado ayer te tengan cautivo.

El poder que el pecado tenía para arruinar tu vida ha sido neutralizado, porque la Biblia dice que el pecado no se enseñoreará sobre ti (Romanos 6:14). Cuando Satanás te recuerde aquella ofensa, recuérdale tú la muerte de Jesús en la Cruz, a través de la cual tienes remisión - la completa eliminación y lavamiento de los pecados. ¡Aleluya!

Oración 

Querido Padre, gracias por tu amor, tu gracia, tu misericordia y tu presencia en mi vida. Gracias por el Espíritu Santo que vive en mí, que me revela tu Palabra, me hace vivir según tu perfecta voluntad, y caminar en justicia. Yo ejerzo mi autoridad sobre el pecado y todas sus consecuencias, en el Nombre de Jesús. Amén. 

Estudio Más Amplio : 2 Timoteo 2:1; Colosenses 1:13-14 ; Romanos 6:14