Convertirse en discípulosSample

Dios permanece en nosotros

Cuando Jesús llamó a sus discípulos y los invitó a seguirlo, no tenían idea en qué se habían metido. Cuando los discípulos preguntaron si podían seguirlo, realmente no sabían lo que estaban pidiendo. En este plan, leeremos una de mis partes favoritas del libro de Juan. Jesús dice: «Yo soy la vid, ustedes son las ramas». Qué imagen dan estas palabras. Me encanta imaginar el tronco, la vid (como Jesús) y luego nosotros como sus ramas.

Si miras en tu Biblia, encontrarás que a veces se dice que Juan 14 es "El discurso de la última cena". Es como si Jesús, se estuviera despidiendo y preparando a sus discípulos para algo. Hay frases específicas en este evangelio, donde Jesús estaba hablando con sus discípulos, pero también nos habla hoy. Quiero que pienses en lo que significa ser un discípulo. Jesús está diciendo: Permaneced en mí mientras permanezco en vosotros. En otras palabras, esta es una relación. Una relación que es real. No solo estamos en esta relación por lo que traemos a la mesa. Jesús ya dio su vida por nosotros y nos ha llamado a ser templos de su Espíritu. A través del bautismo somos templos del Espíritu de Dios, Padre e Hijo. Entonces, sí, permanecemos en el Señor, pero Él habita primero en nosotros.

La primera suposición y afirmación de fe que debemos hacer es que Dios ya mora en nosotros. Cristo nos llama a permanecer en Él. La relación se desperdicia si elegimos no morar en Él. ¿Alguna vez has conocido a alguien que espera que una relación siempre sea de una sola dirección? Te ven y dicen: «¿Por qué nunca me llamas?» Y pienso: «¿Siempre pensé que el teléfono funcionaba de ambas maneras?» O amigos que decían: «¿Pero nunca me visitas?» Bueno, siempre pensé que podríamos visitarnos. Todos conocemos o tenemos personas en nuestra vida que son así. Pero Jesús está diciendo: Permanezco en ti, así que ahora permaneced en mí. En otras palabras, mantente conectado con Jesús. Se quien lo llama y visita, porque Él ya está en ti. ¡Él te está esperando!