Todo lleva al ahoraSample

Todos tus pasos te llevan al siguiente

Dios ha estado haciendo crecer la fe de Moisés paso a paso. Con frecuencia vemos al horizonte y decimos: «Yo no podría hacer eso». No obstante, Dios podría querer que hagas precisamente «eso», pero primero te pide que hagas «esto». Toma el primer paso hoy y estarás listo para el siguiente paso mañana.

Moisés no pasó de ser un pastor a partir el mar en un solo día. Incluso Moisés tuvo que crecer en fe. 

• Vio una zarza ardiendo que no se consumía. 
• Escuchó el llamado (aprendió que discutir con Dios no funciona). 
• Con Aarón, entró a la corte de Faraón con una demanda. 
• Fue testigo del poder de Dios a través de las plagas.

Finalmente, habiendo terminado su misión, se acercó a la orilla del mar con un predicamento letal. Después de toda la edificación de su fe con los milagros previos, después de todas las oraciones, después de descubrir al Dios de su llamado, después de todo, ¡cruza el mar sobre tierra seca! Como dice el refrán: «El hombre que dice que no se puede hacer no debe interrumpir al hombre que lo está haciendo».

El camino de la voluntad de Dios para tu vida es el mismo. Lo que sucedió ayer te preparó para hoy. Así que, no te quedes atascado en la fe de ayer; da el siguiente paso. Las mesetas no son la voluntad de Dios para nadie. Sal del lodo y da el paso fielmente una vez más. ¿Cuál es tu siguiente paso? En el Éxodo, el siguiente paso literalmente fue hacia el fondo del mar.

Es increíble que Faraón persiguiera a Israel. Pero, ¿cuántas veces hemos continuado persiguiendo nuestros planes cuando Dios ha estado poderosa y consistentemente dirigiéndonos hacia otro lado? Nuestras búsquedas terminan en confusión. Mientras que las zarzas de Dios nunca se consumen, las nuestras terminan quemándose. Solo su voluntad dura para el largo plazo. Incluso si tu propio carro te lleva cincuenta años por en medio del mar, sus ruedas finalmente fallarán.

La balanza de equipo, técnica y preparación está completamente inclinada a favor del ejército egipcio que viene en persecución de Israel, pero la vida, la fe y la voluntad de Dios le pertenecen a su pueblo. Por lo tanto, la victoria es de Dios. Moisés y sus seguidores terminaron de pie en la orilla opuesta mientras sus perseguidores murieron en el mar. La voluntad de Dios siempre gana.