DÍA 17: Encontrar la Libertad en la Gracia de Dios: Abrazar la Obediencia Cotidiana

Tomemos un momento hoy para estar con Dios. Si deseas hacer esto en familia, te recomendamos que reserves un tiempo después de tu propio tiempo con Dios para repasar juntos el contenido familiar que se encuentra en la parte inferior.

PAUSA

“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios y no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.”—Efesios 2:8–10 (NVI)

En nuestro caminar con Dios, a menudo nos concentramos en descubrir Su voluntad para nuestras vidas y, si bien eso es importante, a veces puede volverse demasiado complicado. La voluntad de Dios a menudo se puede encontrar en el simple acto de obedecerlo en situaciones cotidianas. Al igual que un padre que da libertad a sus hijos dentro de límites seguros, Dios nos llama a vivir dentro de sus directrices, confiando en Él en lo mundano y en las tareas específicas que nos pide que hagamos.

Efesios 2:8–10 nos recuerda que somos salvos por gracia, no por obras, y que somos su obra maestra creada para hacer buenas obras. Estas buenas obras no siempre tienen que ser grandiosas o extraordinarias. Pueden estar en momentos cotidianos, mostrando amor, bondad y servicio a los demás.

REFLEXIONA

¿Cuáles son algunas acciones cotidianas que reflejan el amor de Dios y la obediencia a Su voluntad? Más allá de tu tiempo personal con Dios, ¿cómo puedes amar a los demás de manera práctica? Reflexiona sobre los frutos del Espíritu en Gálatas 5:22–23 y pregúntate: “¿Cómo puedo vivir estas virtudes hoy?”

ORA

Padre Dios, gracias por ser un padre tan amable y paciente. Estoy agradecido por la gracia que me has mostrado y por las oportunidades sencillas y cotidianas para obedecerte. Ayúdame a ver personas a mi alrededor que necesitan amor o aliento. Dame el corazón para ser generoso, valiente y servir a los demás en Tu nombre. Gracias por salvarme y por prepararme buenas obras para hacer hoy. Que pueda caminar en esas obras con humildad y alegría. Amén.

Para Tu Familia

PAUSA

Lee Efesios 2:8–10 en voz alta con tus hijos. Ya sea que salgan a caminar, hablen en el auto, discutan durante la cena o se reúnan antes de acostarse, elijan un momento del día para discutir y orar juntos.

REFLEXIONA

Comparte la idea principal con ellos.

• Dios nos llama Su obra maestra y preparó buenas obras para que las hagamos.

Pregúntales:

• ¿Qué significa que Dios te llama Su obra maestra y cuáles son algunas buenas obras que crees que Él ha planeado para que hagas?

ORA

Guía a sus hijos a orar usando estos puntos de oración.

• Da gracias a Dios por hacerte maravillosamente y con un propósito.
• Pídele a Dios que te ayude a ver las buenas obras que puedes hacer todos los días por Él y por los demás.
• Ora para que otros vean que ellos también son la obra maestra de Dios.

Ora esto por tus hijos:

Padre Dios, gracias por ser un padre perfectamente bondadoso. Gracias ser el padre de mis hijos (nómbralos); eres la bendición más grande del mundo. Te pido que les ayudes a crecer en obediencia, valentía y en amarte a Ti y a los demás. Gracias por amarlos tanto. Amén.