Grief Bites: Duda ReveladaMuestra

"Duda" es una palabra muy impopular en la comunidad cristiana. La mayoría de los cristianos temerían admitir que tienen algún tipo de duda, pues se sienten culpables por tener pensamientos de duda o ser juzgados por los demás.

Cuando la duda aparece, muchos la consideran como falta de fe o de creer en Dios y Su Palabra... unos cuantos luchan en silencio. A través de esta lucha silenciosa, pueden estancarse en su caminar con Dios.

Es importante saber cómo manejar nuestras dudas, para que podamos experimentar la relación abundante que podemos tener con Dios.

Piense sinceramente en las dudas que pueda tener hoy.

¿Duda que Dios pueda:
sanar su corazón herido... salvar su matrimonio... ayudarlo en sus finanzas... perdonarlo... aceptarlo por completo... sanar su alma quebrantada... trabajar en la vida de un esposo o hijo rebelde... que Él pueda proveer... o pueda trabajar en cualquier situación que lo esté destrozando por dentro?

He dudado de Dios en algunas situaciones... y ni siquiera sabía o me había dado cuenta en ese momento.

Hay muchas razones por las que dudamos.

Muchos dudamos que Dios se preocupe. Pero ¿sabía que, en realidad, Dios se inclina desde el Cielo para escuchar nuestras oraciones, aflicciones, problemas e incluso nuestras preguntas?

¡Él es muy bueno! No tendría por qué inclinarse para escucharnos, pero por Su gran amor decide hacerlo por voluntad propia. ¿Sabía que Dios ha guardado cada lagrima que usted ha llorado y registrado en un libro cada aflicción que usted ha experimentado?

A Dios de verdad le interesan todas y cada una de nuestras aflicciones, así como las preguntas y solicitudes sinceras que tengamos. Él se preocupa por cada uno de nosotros y las situaciones que enfrentemos en el pasado, presente y futuro.

Si se siente estancado en su relación con Dios, la duda puede ser la causa.

¿Se pregunta cómo Dios lidia con los incrédulos? En las Escrituras, Dios muestra un ejemplo amoroso de misericordia al incrédulo más famoso, Tomás.

Hoy, piense sinceramente en su duda y etiquétela. Pídale a Dios que revele cualquier duda que tenga en su corazón. Sea completamente honesto y transparente. Las respuestas reveladas podrían sorprenderlo.

Decida hoy, como Tomás, llevar sus dudas a Dios y ponerlas en Sus manos. Él ya sabe qué hay en su corazón, así que sea sincero. ¡La recompensa efectivamente es una relación más cercana con Él!