«Ama Al Señor De Manera Plena»Muestra

«…mis palabras no pasarán»

Esta es una tremenda declaración, ¿no es así? Algunas personas dijeron que Jesús era un gran maestro de la religión, inmensamente sabio pero meramente humano. Pero, ¿es esta la clase de cosas que diría una persona meramente humana? ¿Puedes imaginar a Sócrates, Platón o Aristóteles haciendo esta clase de declaraciones?

Eso no cuadra, ¿verdad? Si un gran filósofo o maestro hablase de esta manera, concluiríamos inmediatamente, que esta persona es un lunático delirante o un megalomaníaco petulante. Esa persona inmediatamente perdería credibilidad. No lo tomaríamos en serio. Sin embargo, esta es la manera en que Jesús hablaba continuamente, la manera en que se expresaba con propiedad y sin dificultad. Él hablaba sobre perdonar los pecados de la gente, sobre el juicio a los vivos y a los muertos; sobre ser la luz del mundo y la sal de la tierra, sobre el reino de los cielos, sobre dar a la gente vida eterna y mucho más. 

Jesús habló de esta manera y lo hizo muy natural, seguro, y aún de manera humilde. Él no estaba fanfarroneando. No se exaltaba a sí mismo. Él tan solo estaba estableciendo los hechos. Esta es la manera que es, y tú necesitas saberlo. Jesús dijo una serie de cosas que únicamente un lunático o megalomaníaco podría decir. Excepto, por supuesto, que él era Dios en la carne. Estas declaraciones en los labios de Jesús son las cosas más naturales en el mundo.

Y dos mil años después, nadie puede dudar que las palabras en Mateo 24:35 son verdaderas. Las palabras de Jesús son publicadas en sin fin de Biblias alrededor del mundo, en miles de idiomas. Las palabras de Jesús se leen, estudian, memorizan, copian, enseñan y publican continuamente. Las palabras de Jesús están presentes en todas partes en todo tiempo, a pesar del hecho que Jesús vivió en una sociedad agraria, preindustrial, pretecnológica, y antes de la computadora. Él nunca escribió una palabra. Aún así, Jesús lo dijo sin un rasgo de orgullo o pedantería.