Brillen Como EstrellasMuestra
Las estrellas de Dios confían en su Creador
“¿Qué, preocuparme yo?” Por muchos años la ridícula y dientuda mascota de la revista Mad tuvo siempre ese lema debajo de su imagen. Eso quisiéramos. La realidad es que hay personas que se angustian mucho. Quizás el que más se preocupa en su vida sea usted. Una cosa es estar preocupado por el futuro; otra cosa es angustiarse. La angustia es temor, temor de que haya sido abandonado, temor de que todo se esté desmoronando, temor de que el trono de Dios esté vacío y sus ángeles se hayan ido.
Las estrellas de Dios brillan en su mundo con luz confiada. ¿Y sabe qué? La luz más brillante viene del testimonio de los cristianos que han sufrido, pero que todavía rezuman confianza. El Señor Jesús fue severamente tentado en ocasiones a sentirse abandonado y solo, y sin embargo consoló a sus discípulos con estas promesas: “No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. . . . ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:25,27).
Confiar en Dios significa que estoy convencido de que el corazón de Dios me ama, que su mente tiene buenos planes y ha establecido un buen desenlace para mí, y que sus manos pueden llegar directamente a mi vida para hacer que me ocurran cosas buenas. Voy a estar bien. Usted también.Las estrellas de Dios confían en su Creador
“¿Qué, preocuparme yo?” Por muchos años la ridícula y dientuda mascota de la revista Mad tuvo siempre ese lema debajo de su imagen. Eso quisiéramos. La realidad es que hay personas que se angustian mucho. Quizás el que más se preocupa en su vida sea usted. Una cosa es estar preocupado por el futuro; otra cosa es angustiarse. La angustia es temor, temor de que haya sido abandonado, temor de que todo se esté desmoronando, temor de que el trono de Dios esté vacío y sus ángeles se hayan ido.
Las estrellas de Dios brillan en su mundo con luz confiada. ¿Y sabe qué? La luz más brillante viene del testimonio de los cristianos que han sufrido, pero que todavía rezuman confianza. El Señor Jesús fue severamente tentado en ocasiones a sentirse abandonado y solo, y sin embargo consoló a sus discípulos con estas promesas: “No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. . . . ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:25,27).
Confiar en Dios significa que estoy convencido de que el corazón de Dios me ama, que su mente tiene buenos planes y ha establecido un buen desenlace para mí, y que sus manos pueden llegar directamente a mi vida para hacer que me ocurran cosas buenas. Voy a estar bien. Usted también.
“¿Qué, preocuparme yo?” Por muchos años la ridícula y dientuda mascota de la revista Mad tuvo siempre ese lema debajo de su imagen. Eso quisiéramos. La realidad es que hay personas que se angustian mucho. Quizás el que más se preocupa en su vida sea usted. Una cosa es estar preocupado por el futuro; otra cosa es angustiarse. La angustia es temor, temor de que haya sido abandonado, temor de que todo se esté desmoronando, temor de que el trono de Dios esté vacío y sus ángeles se hayan ido.
Las estrellas de Dios brillan en su mundo con luz confiada. ¿Y sabe qué? La luz más brillante viene del testimonio de los cristianos que han sufrido, pero que todavía rezuman confianza. El Señor Jesús fue severamente tentado en ocasiones a sentirse abandonado y solo, y sin embargo consoló a sus discípulos con estas promesas: “No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. . . . ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:25,27).
Confiar en Dios significa que estoy convencido de que el corazón de Dios me ama, que su mente tiene buenos planes y ha establecido un buen desenlace para mí, y que sus manos pueden llegar directamente a mi vida para hacer que me ocurran cosas buenas. Voy a estar bien. Usted también.Las estrellas de Dios confían en su Creador
“¿Qué, preocuparme yo?” Por muchos años la ridícula y dientuda mascota de la revista Mad tuvo siempre ese lema debajo de su imagen. Eso quisiéramos. La realidad es que hay personas que se angustian mucho. Quizás el que más se preocupa en su vida sea usted. Una cosa es estar preocupado por el futuro; otra cosa es angustiarse. La angustia es temor, temor de que haya sido abandonado, temor de que todo se esté desmoronando, temor de que el trono de Dios esté vacío y sus ángeles se hayan ido.
Las estrellas de Dios brillan en su mundo con luz confiada. ¿Y sabe qué? La luz más brillante viene del testimonio de los cristianos que han sufrido, pero que todavía rezuman confianza. El Señor Jesús fue severamente tentado en ocasiones a sentirse abandonado y solo, y sin embargo consoló a sus discípulos con estas promesas: “No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. . . . ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:25,27).
Confiar en Dios significa que estoy convencido de que el corazón de Dios me ama, que su mente tiene buenos planes y ha establecido un buen desenlace para mí, y que sus manos pueden llegar directamente a mi vida para hacer que me ocurran cosas buenas. Voy a estar bien. Usted también.
Escrituras
Acerca de este Plan
Somos cristianos porque Dios nos escogió; decidió amarnos a pesar de nuestro pecado; envió a Jesús para vivir, morir, y resucitar, para nuestro perdón. Pertenecer a Dios implica cambio en nuestros caminos pecaminosos. Este plan de lectura le ayudará a hacer esos cambios en su comportamiento y en su vida, para que así brille como las estrellas.
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Nos gustaría agradecer a Time Of Grace por proveer este plan. Para más información, por favor visite: www.timegrace.org