Brillen Como EstrellasMuestra

Las estrellas de Dios dicen la verdad en amor

Muy bien, entonces hoy voy a usar la boca para edificar, no para derribar. Pero, ¿qué pasa si veo cosas que no están bien? ¿Si una mujer que conozco está coqueteando con un hombre casado? ¿Qué pasa si mi sobrina y mi "sobrino" viven juntos sin casarse? ¿Y si mi compañero de trabajo le está robando a la compañía? ¿Y si un amigo mío está engañando a la esposa? ¿Les debo decir a mis amigos que sus hijos adolescentes están consumiendo drogas?

Las estrellas de Dios dicen la verdad en amor: no para inflarse, ni para sentirse supriores, sino para rescatar preciosos seres humanos del camino a la destrucción. Santiago escribe: “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno lo hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:19,20).

Con mucha frecuencia nos quedamos callados porque no queremos “juzgar”. Todos somos muy conscientes de nuestros errores y no queremos ser hipócritas. No queremos correr el riesgo de perder una amistad ni exponernos al rechazo.

De todos modos, hable. Mientras sus palabras de corrección se hayan extraído de las palabras de Dios y provengan de un corazón lleno de amor, sólo pueden curar, no destruir. Hable. Si las personas se salvan gracias a usted, tendrán una eternidad en el cielo para superar su irritación.Las estrellas de Dios dicen la verdad en amor

Muy bien, entonces hoy voy a usar la boca para edificar, no para derribar. Pero, ¿qué pasa si veo cosas que no están bien? ¿Si una mujer que conozco está coqueteando con un hombre casado? ¿Qué pasa si mi sobrina y mi "sobrino" viven juntos sin casarse? ¿Y si mi compañero de trabajo le está robando a la compañía? ¿Y si un amigo mío está engañando a la esposa? ¿Les debo decir a mis amigos que sus hijos adolescentes están consumiendo drogas?

Las estrellas de Dios dicen la verdad en amor: no para inflarse, ni para sentirse supriores, sino para rescatar preciosos seres humanos del camino a la destrucción. Santiago escribe: “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno lo hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:19,20).

Con mucha frecuencia nos quedamos callados porque no queremos “juzgar”. Todos somos muy conscientes de nuestros errores y no queremos ser hipócritas. No queremos correr el riesgo de perder una amistad ni exponernos al rechazo.

De todos modos, hable. Mientras sus palabras de corrección se hayan extraído de las palabras de Dios y provengan de un corazón lleno de amor, sólo pueden curar, no destruir. Hable. Si las personas se salvan gracias a usted, tendrán una eternidad en el cielo para superar su irritación.