Sentirse mejor: Devociones de Tiempo de Gracia Muestra

Mi Espíritu: Estoy tan avergonzado ¿Hay alguien que siga sintiendo vergüenza por algo? La respuesta inmediata podría ser no. Críticas como las de la frase “usted debería estar avergonzado de sí mismo” parece que ya no producen mucho efecto; el concubinato y los hijos fuera del matrimonio no tienen mucho estigma social. Pero creo que la gente todavía siente vergüenza. Por un lado, la conciencia sigue sintonizada básicamente con las inalterables normas morales de Dios. Dios dispuso la conciencia para que la persona se sienta mal cuando peca. Por otra parte, aunque la sociedad ya no imponga consecuencias por el pecado, Dios todavía lo hace. La culpa no resuelta no desaparece por sí misma. El individuo puede acudir a la negación, a distraerse manteniéndose ocupado, tratando de pagarla haciendo obras de caridad, o racionalizándola, pero no puede hacer que se vaya. El propósito de Dios es llevar a la gente a que confiese: "Señor, ten misericordia de mí, pecador". Sólo hay una manera de librarse de la vergüenza y de la culpa: poniéndola en Jesús. Es un don que él nos da, una alegría para él, quitarle esa carga a usted. Permita que él se lo otorgue hoy. “Jehová redime el alma de sus siervos. ¡No serán condenados cuantos en él confían!” (Salmo 34:22).