Sentirse mejor: Devociones de Tiempo de Gracia Muestra

Mi Vida: Nada importa Algunas personas llegan a un punto en la vida que es peor que el miedo, la preocupación o el pánico. Ese lugar se llama apatía, entumecimiento del espíritu; no me interesa, nada me importa. La apatía es un mecanismo de supervivencia de las personas que se sienten abrumadas, que se dan por vencidas para dejar de sentirse mal. Como sus sentimientos les envían solo mensajes de dolor, lo único que se puede hacer es cauterizarlos para que cese el dolor. El problema es que el sentimiento de ser amado también desaparece. Cuantas más murallas ponga la persona en su corazón, más imposibles serán sus relaciones. Entonces toda interacción humana se convierte sólo en negocios; un juego duro y frío, donde los fuertes sobreviven y los débiles se convierten en animales arrollados en la calle. ¿Siente que la apatía se está introduciendo en su espíritu? Deje que el calor del amor de Dios, el deseo que tiene de interactuar personalmente con usted en su vida, derrita un poco de ese hielo. ¿Quiere volver a volar, volver a cantar, volver a interesarse? “El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila” (Salmo 103:5).