Dios y Yo: Devociones del Ministerio Tiempo de Gracia Muestra
Dios y mis necesidades
¿A qué le teme usted?
Cuando los hombres escuchan una pregunta como esa, entran en el modo John Wayne: “No le tengo miedo a nada ni a nadie, señora”. Bueno, son tonterías. Todos tenemos temores, lo admitamos o no. Los hombres tienen temor a que los vean como débiles, temen perder el respeto de los demás, perder el empleo, perder su lugar. Las mujeres temen por su seguridad personal y por la seguridad de sus seres amados. Las mujeres temen por la salud y el bienestar de la familia. Los niños tienen miles de temores, de los cuales el temor al abandono quizás sea el mayor.
Todos le tememos a la muerte y al proceso de la agonía. Y creo que, si somos honestos, podríamos admitir que somos vulnerables a los susurros de Satanás cuando nos dice que la fe es un fraude y que Dios no nos ayuda en la lucha para sobrevivir.
Esta es la solemne promesa que Dios le hace a usted: “Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo glorificaré” (Salmo 91:14,15).
Dios lo ve siempre, se preocupa por usted, sabe lo que necesita y cuándo lo necesita, y siempre obra en el momento oportuno.Dios y mis necesidades
¿A qué le teme usted?
Cuando los hombres escuchan una pregunta como esa, entran en el modo John Wayne: “No le tengo miedo a nada ni a nadie, señora”. Bueno, son tonterías. Todos tenemos temores, lo admitamos o no. Los hombres tienen temor a que los vean como débiles, temen perder el respeto de los demás, perder el empleo, perder su lugar. Las mujeres temen por su seguridad personal y por la seguridad de sus seres amados. Las mujeres temen por la salud y el bienestar de la familia. Los niños tienen miles de temores, de los cuales el temor al abandono quizás sea el mayor.
Todos le tememos a la muerte y al proceso de la agonía. Y creo que, si somos honestos, podríamos admitir que somos vulnerables a los susurros de Satanás cuando nos dice que la fe es un fraude y que Dios no nos ayuda en la lucha para sobrevivir.
Esta es la solemne promesa que Dios le hace a usted: “Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo glorificaré” (Salmo 91:14,15).
Dios lo ve siempre, se preocupa por usted, sabe lo que necesita y cuándo lo necesita, y siempre obra en el momento oportuno.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lecturas le llevarán a través de algunos de los Salmos y le harán pensar acerca de varios aspectos de la posesión más importante que usted tiene--su relación con Dios.
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Nos gustaría agradecer a Time Of Grace por proveer este plan. Para más información, por favor visite: https://timeofgrace.org/espanol