Nuestro pan diario: Cómo encontrar consuelo en tiempos de pérdida Muestra

¿Terror o confianza?

Una ráfaga repentina arrasó casi con la fuerza de un huracán a través de una forma de embudo las barrancas del lago de Tiberias, 682 pies por encima del nivel del mar. Ola enormes cubrían los pequeños botes amenazando con hundirlos.

Aterrados los discípulos de Jesús lo despertaron. ¿Cómo podía dormir con los fuertes vientos y la tempestad que movía el bote? (Jesús dormía porque estaba cansado después de un día de extenuante ministerio). “¿No te importa que nos ahoguemos?, gritaron (MARCOS 4:38).

Con calma Jesús se levantó y ordenó a la rugiente tormenta que cesara. Luego, en la calma y la oscuridad, les hizo dos preguntas a los temblorosos discípulos: “¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía no tienen fe?” (4:40).

Mientras viajamos en el mar de la vida, vientos aterradores pueden amenazarnos. Enfermedad, pérdidas y peligros pueden aporrearnos sin descanso. En nuestra ansiedad podemos gritarle a nuestro aparentemente indiferente Señor: “¿No te importan nuestros problemas?” Y Cristo completamente en control de cada circunstancia, amablemente y con amor nos regañará por fallar en ejercitar nuestra fe. Nos insta a confiar en Su poder y sabia soberanía. Cuando Dios está con nosotros, estamos seguros por tiempo y eternidad. Vernon Grounds

Mejor atravesar la tormenta con Cristo que ir viento en popa sin Él.