La razón de mi esperanza de Billy GrahamMuestra

Somos enriquecidos

Aquellos que dicen que puedes tener a Cristo sin renunciar a nada, están siendo engañados por Satanás. ¿Puedes entrar en el ejército de tu país solo por decir que estás dentro? Pues, no. Primero te alistas, sabiendo que te puede costar la vida. Incluso, antes de ponerte el uniforme, debes hacer un juramento, someterte a entrenamientos extremos y a tus superiores. Lo maravilloso del cristianismo es que cuando la gracia salva, el Espíritu de Dios se mueve y hace que los cambios sean posibles. El amor por Dios y por lo que le agrada sustituye al del mundo. Si este no es un deseo ardiente, esa persona se puede cuestionar la autenticidad de su fe.

Martín Lutero dijo que "una religión que no da nada, a la que nada le cuesta, ni sufre, no vale nada". **Podemos tener fe en Jesucristo porque Él sacrificó todo: Su sangre de vida y sufrió el dolor de cada pecado que el hombre podría imaginar. ¡Qué riqueza hay en Él!

Esto no significa que debemos esperar que nos haga ricos, bellos o que nos dé todo lo que nuestro corazón desee. Convertirse a Cristo significa que Dios proveerá para nuestras necesidades de acuerdo a Sus estándares, que son mayores que los nuestros. Intercambiamos nuestra voluntad por la Suya.

La Biblia dice que hemos sido "enriquecidos en todas las cosas en Él" (1 Corintios 1:5).