Campaña 90 DíasMuestra
No te creo nada...
Es difícil creerle a una persona que te ha engañado o mentido varias veces, los llamamos “Hombres sin palabra” .Lo que ellos no se dan cuenta, es que sus palabras son importantes, y al no cumplir de forma reiterada lo que prometen, lamentablemente han perdido toda credibilidad. Entonces ante esta situación, la única manera de lograr que los demás le tomen en serio es jurando y prometiendo.
Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. Mateo 5:34-37
Jesús quiere que le des valor a tus palabras, y no seas de las personas que necesitan prometer o jurar para que los demás crean lo que dices. Que sea suficiente con un sí o un no para que todos te crean, que tu modo de hablar sea: Sí, sí, o no, no, y te advierte que lo que exceda de esto, no es bueno, porque viene del Maligno. Tus palabras tienen valor y el diablo quiere que no valgan nada.
“Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar…” Eclesiastés 5:4-6
Dios quiere que cumplas lo que dices, y con mayor razón cuando te comprometes con El, al faltar a tu palabra, lo que haces es incumplir con tu deber. A veces hacemos muchas promesas a Dios sin siquiera tener idea de cómo realizarlas. Recuerda que siempre será mejor no prometer, que prometer y no cumplir, sin embargo, nunca es tarde para empezar de nuevo, y comprometerte a servir a Dios con tus palabras…
David dice: "Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios." Salmo 141:3
Debemos entender que las palabras tienen consecuencias y mientras no les demos importancia, las mismas serán negativas . Por tanto, te animo a que ores como David y le digas a Dios que te ayude a guardar tu boca. Si ya has hecho promesas, dales el valor que tienen, es tiempo que comiences a cumplir con lo que te comprometiste, de tal modo que nadie dude de ti, ¡porque honras tus palabras con tu conducta!
¡Dios le ha dado un poder a tus palabras, no le quites el valor!
Shirley Chambi
Es difícil creerle a una persona que te ha engañado o mentido varias veces, los llamamos “Hombres sin palabra” .Lo que ellos no se dan cuenta, es que sus palabras son importantes, y al no cumplir de forma reiterada lo que prometen, lamentablemente han perdido toda credibilidad. Entonces ante esta situación, la única manera de lograr que los demás le tomen en serio es jurando y prometiendo.
Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. Mateo 5:34-37
Jesús quiere que le des valor a tus palabras, y no seas de las personas que necesitan prometer o jurar para que los demás crean lo que dices. Que sea suficiente con un sí o un no para que todos te crean, que tu modo de hablar sea: Sí, sí, o no, no, y te advierte que lo que exceda de esto, no es bueno, porque viene del Maligno. Tus palabras tienen valor y el diablo quiere que no valgan nada.
“Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar…” Eclesiastés 5:4-6
Dios quiere que cumplas lo que dices, y con mayor razón cuando te comprometes con El, al faltar a tu palabra, lo que haces es incumplir con tu deber. A veces hacemos muchas promesas a Dios sin siquiera tener idea de cómo realizarlas. Recuerda que siempre será mejor no prometer, que prometer y no cumplir, sin embargo, nunca es tarde para empezar de nuevo, y comprometerte a servir a Dios con tus palabras…
David dice: "Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios." Salmo 141:3
Debemos entender que las palabras tienen consecuencias y mientras no les demos importancia, las mismas serán negativas . Por tanto, te animo a que ores como David y le digas a Dios que te ayude a guardar tu boca. Si ya has hecho promesas, dales el valor que tienen, es tiempo que comiences a cumplir con lo que te comprometiste, de tal modo que nadie dude de ti, ¡porque honras tus palabras con tu conducta!
¡Dios le ha dado un poder a tus palabras, no le quites el valor!
Shirley Chambi
Acerca de este Plan
Estos devocionales se realizan con la intención de ayudar al usuario, a aplicar de manera concreta y práctica, los principios bíblicos, en el diario vivir, también para animar y entender las promesas que.
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