Prospera en Cada TemporadaMuestra

Saludable tú, saludable el mundo

Me encanta leer libros y artículos que me dan ideas para crecer y desarrollar mejores hábitos. Últimamente, parece haber una cantidad interminable de libros de autoayuda que ofrecen procesos paso a paso para alcanzar distintos objetivos. Aunque muchos de ellos realmente ayudan a hacer la vida más práctica, hay una verdad esencial que no podemos ignorar, no importa cuántos libros leamos o cuántas estrategias probemos, el verdadero crecimiento comienza con estar saludables, por dentro y por fuera.

Las personas más saludables prosperan naturalmente en todas las áreas de la vida. Ya sea estabilidad financiera, un matrimonio sólido o un ministerio próspero, todo comienza con nuestro bienestar personal.

Un amigo y pastor dijo una vez algo que se quedó grabado en mí: "Enseñamos lo que sabemos, pero multiplicamos lo que somos". ¡Ouch! Eso significa que no se trata solo del conocimiento o de cuántos libros hemos leído, sino de quiénes somos en nuestro interior. En la palabra del libro de Santiago 3:11-12 dice: "¿Acaso una fuente puede dar agua dulce un día y agua salada al siguiente?" La verdad es que no podemos dar a otros lo que no tenemos. Si queremos impactar positivamente a quienes nos rodean, primero debemos estar completamente y saludables nosotros mismos.

Así que quiero preguntarte: ¿qué áreas de tu vida necesitan sanidad? ¿Qué ajustes necesitas hacer para estar más saludable? Puede ser algo físico, como mejorar tus hábitos alimenticios. Puede ser darle prioridad a pasar tiempo en la presencia de Dios cada día. Tal vez necesites buscar ayuda para superar una adicción o hacer cambios necesarios para alinearte con el propósito de Dios para tu vida y que lo que digas con tus palabras vaya en acuerdo con tu forma de vivir. La verdadera salud significa que lo que está dentro de nosotros refleja lo que mostramos por fuera. No podemos guiar a otros a un lugar donde nunca hemos estado. Nuestras familias, lugares de trabajo y ministerios solo serán tan saludables como nosotros lo seamos como individuos.

Hoy, te invito a hacer una pausa y preguntarle al Espíritu Santo: ¿en qué área Dios me está pidiendo que preste atención? ¿Qué necesito ajustar, sanar, o rendir en Su presencia?

Ser saludable va más allá de lo que los demás pueden ver; es un proceso interno que trae vida a cada parte de nuestra existencia. Pero esta transformación solo puede ocurrir cuando permites que Dios intervenga y brille en todas las áreas de tu vida.

Mi oración es que este devocional te acerque más a Dios y te recuerde que Él tiene más reservado para ti. Su plan es prosperarte por dentro y por fuera. Jeremías 29:11