Líderes VisionariosEjemplo

5) COMPRENDER EL CONCEPTO DE VELOCIDAD Y ACELERACIÓN.

Hoy como nunca antes en la historia de la humanidad, estamos frente al momento de mayor aceleración de los cambios, y el desafío de comprender el concepto asociado de velocidad y aceleración.

La Fórmula 1 es una de la competencias más exigentes y donde la tecnología rompe récords constantemente. La evolución en las paradas en los pits de boxes son un claro ejemplo. El equipo de Red Bull, en Hungría estableció el tiempo más rápido de la temporada con un cambio de neumático en 1,88 segundos, cuando al inicio de esta actividad por lo años 60 estaba en los 20 segundos.

Como venimos meditando los cambios, la velocidad, y la aceleración (la clave en este tiempo), nos presentan escenarios que desafían a cualquier liderazgo. Fuimos llamados a afectar con el evangelio y bendecir cada esfera social, cada persona, sea profesional, obrero, joven o adulto. Y para eso necesitamos comprender la dinámica que se nos plantea, frente a una Verdad que no cambia, no se ajusta, no se licua, no se amolda, permanece para siempre, y sigue siendo viva y eficaz. Quiero animarte a comprender que no cambiamos, ni negociamos los principios y valores, no modificamos el fondo, si revisamos las formas para ser mas efectivos en el mensaje de la Cruz. Pablo comprendió a la perfección esto en su segundo viaje misionero en Atenas.

El Liderazgo se ve influenciado por esta velocidad del cambio, que hace que todo se logre “más rápido” en menos tiempo, y donde la preparación y entrenamiento continuo, nos mantendrán actualizados, pero la profundidad de la revelación de la palabra, bien anclados en su verdad. Parece paradójico, pero no lo es. Necesitamos estar firmes en aquello que no tiene sombra de variación, y atentos a la comprensión de las nuevas realidades