Avance Con El Poder De La FeEjemplo

ESCUCHAR Y DECLARAR PALABRAS DE FE

Las palabras conllevan en sí significados que dan sentido a la vida. Por eso, las palabras pueden contribuir a nuestro crecimiento personal, a nuestra relación con las personas y con Dios. Sin embargo, las palabras que pronunciamos son la expresión de lo que cultivamos en nuestro interior y pueden tener sus raíces en la fe o en la incredulidad.

Lamentablemente, cada vez más ha aumentado la propagación de “fake news”, de personas que no cumplen lo que prometen y no honran sus palabras. Para abordar esto, Salomón dijo: “El ingenuo cree todo lo que le dicen, pero el prudente piensa cada paso que da". Este proverbio nos muestra que no podemos creer cada palabra que nos dicen, pero podemos confiar en la Palabra de Dios. “Pues la palabra del Señor es verdadera y podemos confiar en todo lo que él hace".

Confiar en la Palabra de Dios y relacionarse con Él es un acto de fe, porque “por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve”. El fundamento de nuestra fe en Dios es Su Palabra, porque es la verdad que tiene el poder de traer vida a todo aquel que cree en ella.

Es muy común alegarnos con la Palabra de Dios y tengamos fe en lo que dice cuando las cosas están a nuestro favor. Sin embargo, mientras esperamos, por ejemplo, que se restablezca una relación o que cambie una situación difícil, es posible que algunos pensamientos contrarios a la Palabra de Dios intenten desestabilizar nuestra fe. Tales pensamientos tienden a ser una desconfianza de que el retraso y las dificultades son indicativos de que no recibiremos lo que esperamos. Pero si desconfiamos del cumplimiento de la Palabra de Dios, daremos espacio a la duda. La raíz de la duda es el miedo a que no suceda lo que se espera. La duda y la fe no coexisten, porque cuando la duda se instala en la mente, la fe no permanece. Porque “La fe es la seguridad de recibir lo que se espera, es estar convencido de lo que no se ve".

En nuestro día a día, podemos escuchar muchas palabras, pero no todas podrán producir fe. Porque “así que la fe viene como resultado de oír el mensaje y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo". Sólo el mensaje de Cristo puede generar fe en nosotros para mantenernos firmes mientras esperamos algo. Además, lo que escuchamos influye en lo que decimos, tanto en momentos buenos como difíciles.

Como hijo de Dios, has sido llamado a caminar en fe en la Palabra y no según las presiones que las circunstancias naturales intentan imponer. Las situaciones difíciles siempre intentarán llamar tu atención hacia las imposibilidades, para así generar en ti miedo, dudas y palabras de desánimo. Por otro lado, cuando te afirmas en la Palabra de Dios, tu fe se fortalece con la convicción de aquello que esperas en Él.

Confía plenamente en Dios, porque Él no es hombre mentiroso y cuida que Su Palabra se cumpla en la vida de quienes creen en Él. No permitas que la duda se instale en tu mente, declara palabras de fe ante los montes que aparecen en tu camino y ellos serán removidos.

DECLARACIÓN DE FE: Creo que la Palabra de Dios es verdadera y Él es fiel en todo lo que hace. Combato la duda y elimino los montes de oposición al declarar continuamente palabras de fe. Aunque las circunstancias muestran imposibilidades, declaro que todo es posible para el que cree.