Abriendo el camino al Reino de DiosEjemplo

JESÚS - EL NIÑO REY PROMETIDO

IDEAS BÁSICAS

• Aquellos que son de Dios están interesados en temas que conciernen a Dios. Las personas naturales te permiten hablar por ti mismo cuando mencionas temas bíblicos y espirituales.

• Nuestras prioridades son indicadores de nuestra espiritualidad.

• La desobediencia de los niños a sus padres sólo se justifica cuando se les pide algo en contra de la voluntad de Dios.

A los doce años, el niño JESÚS estaba muy interesado, preocupado e informado sobre las cosas espirituales, más que sobre otras cosas de este mundo. Esto se puede ver en su visita anual a Jerusalén en la Pascua, a donde fue con sus padres. La fiesta de Pascua ya había pasado, y Sus padres se fueron a casa, sin notar que JESÚS faltaba. Tres días después, todavía estaba en Jerusalén, entre los líderes religiosos y los maestros de la época, probablemente enfrascado en todo tipo de discusiones sobre Dios. Era Su prioridad y Su placer. Es difícil entender cómo un niño de doce años podía tener tanto interés y conocimiento de la obra de Dios. Por un lado, JESÚS se sorprendió de que sus padres no comprendieran sus prioridades y el placer que tenía de estar en la Casa de Dios, ya que estaban perturbados por su gesto. Por otro lado, para Sus padres era importante que llegara a casa con los otros niños y seguir Sus actividades diarias, pero para Jesús, incluso si solo tenía doce años, las cosas espirituales tenían prioridad y lo cumplían. Sus padres no lo entendieron, aunque en su nacimiento tuvieron grandes experiencias sobrenaturales; Era como si hubieran olvidado por completo todo esto. Jesús era un niño amable, obediente y respetuoso con sus padres, pero Dios, el Padre Celestial, era Su prioridad absoluta. El principio que vemos aquí, aplicado por Jesús, es que primero debemos obedecer a Dios, no a las personas. Sin embargo, teniendo la perspectiva del hombre terrenal, sus padres no podían entenderlo. El orden de prioridades en la vida de una persona es un indicador de su espiritualidad. Las personas espirituales siempre darán mayor valor a “las cosas espirituales a expensas de las cosas terrenales. Para las personas espirituales, lo espiritual siempre prevalece sobre lo natural. Es un principio bíblico, que vemos en la vida de Jesús desde la infancia.