Abriendo el camino al Reino de DiosEjemplo

EL NACIMIENTO DE JUAN EL BAUTISTA

IDEAS BÁSICAS

• La perspectiva de Dios es diferente de la perspectiva del hombre.

• La forma milagrosa e incomprensible en que Dios obra.

• La obediencia a Dios es un requisito previo para una asociación con Él.

• La lógica humana puede bloquear la obediencia a Dios a través de la fe.

• Antes de asociarse con Dios, haga bien sus cálculos y considere el precio a pagar.

La venida de Juan el Bautista fue un paso preparatorio para el establecimiento del “REINO DE DIOS” en nuestro planeta. A lo largo del curso de los acontecimientos, nos encontramos con algunas cosas o situaciones que podríamos decir que son “extrañas” y difíciles de entender con nuestra mente humana. Son, de hecho, cosas espirituales, que a menudo no podemos entender desde la perspectiva humana de la vida. Penetrar en la perspectiva de Dios requiere fe y luz del Espíritu Santo, que sólo puede ser recibida por aquellos que se humillan y se acercan a Dios, viviendo una vida según su voluntad, expresada en su Palabra. Por su parte, Elizabeth comprendió que la venida milagrosa de este niño era la respuesta de Dios a sus oraciones, una especie de liberación de ella del estatus de mujer sin hijos. Aunque el ángel le había dado a Zacarías ciertos detalles sobre el futuro del niño, es muy posible que no fueran plenamente conscientes de la grandeza del destino de este niño. El hecho de que no podamos percibir en detalle la grandeza del plan de Dios para nosotros es algo que se espera. Hasta el día de hoy, el pensamiento humano no encaja con el pensamiento de Dios. Sólo en la medida en que nos apoyamos en la Palabra de Dios y la vivimos podemos entender las cosas espirituales y estar dispuestos a renunciar al pensamiento humano y a la comodidad para ponernos a disposición de Dios.
Dios está listo para trabajar con nosotros hoy, mucho más allá de nuestras expectativas. Pero cada vez son menos los que están listos para salir de la comodidad diaria y pagar el precio. A menudo, este precio a pagar es el coraje de ser diferente a la mayoría de los que te rodean. ¡Este hecho es a veces la razón de la falta de más personas con gran impacto en la obra de salvación!