En Medio De La Espera.Ejemplo

La espera fortalece tu fe.

La historia de Abraham me confronta muchísimo porque es evidente que él fue un hombre de fe a pesar de todo el tiempo que esperó para ver su promesa cumplirse.

El contexto bíblico nos dice que Dios le había prometido a Abraham que tendría descendencia y que se convertiría en una gran nación. Sin embargo, Abraham ya era muy anciano, tenía casi 75 años de edad cuando recibió esa promesa y claro, me pongo en sus zapatos y tal vez él como humano cuestionó su realidad, tal vez por su cabeza no cabía ninguna probabilidad de que pudiera tener hijos a tal alta edad y que claramente Sara su esposa tampoco estaba en condiciones optimas para concebir.

Estoy segura que Abraham creía firmemente en Dios y en que él podría hacer el milagro, lo que tal vez lo hacia cuestionarse era su situación y su realidad, la realidad de quizá no poder tener hijos e incluso no sentirse preparado para algo tan grande, aún así, por encima de sus limitaciones él decidió creer y esperar en Dios, él tuvo fe.

Una pregunta que surge es ¿por qué Dios lo hizo esperar 25 años para que su promesa pudiera cumplirse? Y la respuesta está en la fe y el carácter de Abraham. Dios quería que Abraham confiara en él y creyera que haría lo que le había prometido, incluso cuando parecía imposible. Dios quería que Abraham aprendiera a depender completamente de Él y no de sus propios esfuerzos... Posiblemente eso es lo que el Señor desea que tú y yo experimentemos en este tiempo de espera.

En la espera, aprendes a depender de él.

Aquí es donde tenemos la opción de depender de él, y sí, cuesta muchísimo, porque nuestra humanidad desea ver para creer y desea tener todo bajo control. Como personas no nos gusta esperar y mucho menos sentir incertidumbre o dolor, pero esos momentos son los más propicios para que nuestra fe y nuestra confianza en Dios sean fortalecidas; viendo la historia anterior es evidente que la fe y la dependencia de Abraham en el señor fueron desarrolladas a un nivel más alto.

A modo de testimonio... A mediados del año pasado tomé la decisión de renunciar a mi anterior trabajo, un trabajo que me daba cierta estabilidad y seguridad A decir verdad, fue una decisión compleja pero tenía que tomarla porque venían detrás muchas cosas que me estaban afectando, añado el hecho de que económicamente no sabía qué iba a pasar. Sin duda tenía muchísimo miedo e incertidumbre porque tenía que seguir pagando la deuda en el banco sin falta, emocionalmente tampoco sabía qué iba a suceder y cómo iba a sobre llevar la situación internamente, y créeme, fueron y han sido los meses más complejos,pero los meses donde más he conocido a Dios como proveedor y sanador. Hoy, sigo sin trabajo pero confiando en que Dios cumplirá su promesa y que abrirá puertas para mi emprendimiento, ese emprendimiento que primero soñó él y que ahora poco a poco, está creciendo.

He caminado todo este tiempo sobre las aguas sin darme cuenta, me aferré tanto a lo que Dios me dijo un día: ''Yo soy Jehová Jireh tu proveedor y cada vez que te de algo, ¡soy yo! proveyendo para ti'', esas palabras han sido mi fortaleza en estos tiempos de espera e incertidumbre,Y hoy, anhelo con todo mi corazón que puedas aferrarte y creer con convicción todo lo que Dios te ha dicho y te ha prometido, que no importa la circunstancia, no importa la escasez, no importa la enfermedad, no importa el dolor, no importa absolutamente nada, ¡ÉL LO HARÁ!, Su Palabra dice <NO HAY NADA IMPOSIBLE PARA ÉL> y si él te lo dijo, él lo hará.

No es en nuestro tiempo, sino cuando más consciente estemos de su presencia y cuando más preparados estemos para llevar a cabo lo que él nos prometió.