Decir No Al PecadoMuestra

La nueva persona

El hecho de que te hayas convertido en una nueva persona gracias a Jesús ya indica que el sacrificio de Jesús significa más que solo el perdón de tus pecados. Tu vieja naturaleza pecaminosa ha sido “erradicada”. Ha sido completamente aniquilada, borrada, destruida, disuelta, destruida. ¡Ya no existe! En su lugar, te has convertido en un “ciudadano del cielo” (Efesios 2:1-6).

¡Pero hay más! La nueva persona que eres ahora en Cristo ha sido “sellada” por el Espíritu Santo (Efesios 1:13), por lo que el pecado no puede entrar.

Ese nuevo hombre, sellado por el Espíritu Santo, es inmune y está muerto al pecado. Ahora eres nacido (en espíritu) de Dios y no puedes pecar desde esa nueva persona. Esa nueva persona no piensa en el pecado, no desea pecar y no puede pecar.

La nueva persona es perfecta en Cristo.

La nueva persona nace de una semilla incorruptible.

1 Pedro 1:23
“[...] siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre".

Habías nacido de la sangre, de la carne y de la voluntad del hombre. De una semilla “corruptible”. Pero ahora has nacido de una simiente incorruptible. Has nacido de Dios (Juan 1:13).

¡Y esa “simiente incorruptible” (la nueva persona) no puede pecar! (1Juan 3:9).

Así que tu nueva persona no puede pecar. ¡Está muerta al pecado! Lo que significa que el pecado tiene “cero” influencia sobre esa nueva persona.

¿Significa eso que nunca volverás a cometer errores? No, no significa eso. Pero esos errores no los cometes con tu nueva persona, los cometes con tu carne. Aprenderán más sobre eso mañana. Pero recuerda por ahora: La nueva persona no puede pecar, la Biblia es muy clara al respecto.