¿Cuál es la definición de Jesús del amor?Ejemplo

La mejor definición de qué es el amor

El intérprete de la Ley inquirió y preguntó a Jesús, buscando definiciones: ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? ¿Y quién es mi prójimo? (Lucas 10:25,29). Pero Jesús le recuerda que la vida espiritual no se trata de definiciones, sino de un estilo de vida; una forma de ser y estar en el mundo; una forma de ser y comportarse. Jesús le recuerda, por ejemplo, que el amor no es un tema de discusión teórica, un asunto de saber, sino de practicar. El amor no un sustantivo que designa una palabra, sino un verbo que involucra una acción.

La religión busca definiciones, y en el mejor de los casos practicar una liturgia. Religiosos como el sacerdote y el levita del relato de Jesús, pueden argumentar y discutir el asunto con gran habilidad, pero sus acciones demuestran lo lejos que estaban de la verdadera espiritualidad (de la vida eterna), de la experiencia de la vida espiritual, al no poner el amor en práctica.

Por cierto, vida eterna, en este contexto, no significa solamente duración ilimitada, sino calidad de vida. Y la calidad de vida en la vida cristiana tiene que ver con vivir y practicar el amor, en sentido horizontal hacia el prójimo, y en sentido vertical hacia Dios.

Por su parte, el samaritano, carente de estudios teológicos, y aunque despreciado por los judíos como alguien mestizo de una raza inferior, es elogiado por Jesús, no por sus conocimientos teológicos, sino por su actitud y acción que demuestra el amor, por actuar en lugar de teorizar.

Jesús enfatiza la experiencia antes que la doctrina, en relación con la vida eterna, lo cual no niega el valor de conocer doctrina bíblica. El problema es que en muchos de nosotros hay una discrepancia - un gran abismo – entre nuestra teología y nuestra experiencia; entre lo que sabemos de palabra de Dios y lo que practicamos. Y es precisamente la puesta en práctica de la palabra de Dios, lo que activa la fe en nosotros; y es también la aplicación de la palabra de Dios, la que crea el estado de bienaventuranza en nuestras vidas.

El religioso insiste en obtener definiciones: ¿Quién es mi prójimo? Pero Jesús le devuelve la pregunta expresándole qué más importante es saber cómo ser un buen prójimo. Por eso Jesús le preguntó, después de haber narrado la parábola del Buen Samaritano, ¿quién se comportó como el prójimo? En este caso el que usó de misericordia.

El amor más que un sentimiento, es un principio rector por el que optamos vivir. Es mas una resolución, una elección, un acto de la voluntad, que una definición. El amor se manifiesta a través de actos amatorios, tal como lo demostró el samaritano con sus acciones. No es algo que pensamos o sentimos, sino algo que hacemos a favor de otros.

El amor se identifica con la necesidad del prójimo; no toma en cuenta el valor del objeto, sino que al amarlo le aporta valor. Tal como en el caso del samaritano, el amor no evalúa con base a prejuicios: raza, credo, sexo, etc., sino que se moviliza a favor de una necesidad. El amor no teoriza, simplemente responde a la necesidad humana.