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¿Cuál es la definición de Jesús del amor?Ejemplo

¿Cuál es la definición de Jesús del amor?

DÍA 2 DE 4

El más grande mandamiento de las Escrituras

“…Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27).

Esa fue la respuesta (Lucas 10:27) del intérprete de la Ley ante las preguntas formuladas por Jesús (¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?), en respuesta a la pregunta hecha por él: ¿Haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? (Lucas 10:25).

La respuesta dada por el intérprete de la Ley fue la misma respuesta dada por Jesús, en otra ocasión, cuando se le preguntó: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas (Mateo 22:36-40).

No es un asunto de saber sobre el amor, sino de practicarlo

Ante la respuesta del intérprete de la Ley, citando Deuteronomio 6:5 y Levítico 19:18, Jesús responde: Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás (Lucas 10:28). De esta forma Jesús usa la misma respuesta del intérprete de la Ley, para responder su pregunta, reafirmando que heredar la vida eterna depende completamente de amar a Dios y al prójimo.

Con esta aseveración Jesús deja implícito de que no hay indicios de que las creencias, los actos rituales (por ejemplo, la circuncisión, el culto en el templo, el bautismo, el ofrendar) o el estatus religioso o étnico de uno desempeñen algún papel en la herencia de la vida eterna.

Con su respuesta (versículo 28), Jesús confirma que la respuesta (versículo 27) del intérprete de la ley es correcta. La respuesta de Jesús le dice al escriba que ha dado una respuesta ortodoxa (apropiada según las Escrituras), pero luego le dice que este tipo de amor requiere más que un asentimiento emocional; demanda también la práctica ortodoxa, "practicar lo que se predica", demostrar el amor a través de las acciones, porque amor son buenas acciones y no solo buenas razones e intenciones.

Redefiniendo quién es mi prójimo

Pero el escriba queriendo justificar sus acciones (Lucas 10:29) intenta limitar el mandamiento de la Ley limitando sus parámetros y hace la pregunta "¿quién es mi prójimo?”.

La palabra "prójimo" en griego significa "alguien que está cerca”, y en hebreo significa "alguien con quien tienes relación". Esto interpreta la palabra en un sentido limitado, refiriéndose a un judío y habría excluido a los samaritanos, romanos y otros extranjeros.

Entonces Jesús da la parábola del Buen Samaritano para corregir la falsa idea que el escriba tenía de quién es su prójimo, y cuál es su deber hacia su prójimo. Al preguntar a Jesús quién es su prójimo, el intérprete de la Ley quiere calificar quién puede recibir su amor. Jesús vio esto en el corazón del abogado, y por eso contó la parábola del Buen Samaritano para ampliar la comprensión en el corazón del legalista.

Jesús también quiere dar a entender al legalista que no hay un amor a Dios posible sin amor al prójimo, porque este amor a los otros es parte importante de la dedicación al Señor. Así lo deja claro 1 Juan 4:20-21: Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. El error del intérprete fue pensar que podía cumplir el mandamiento de amar a Dios con todo lo que tenía y posiblemente no cumplir el mandamiento de amar a su prójimo.

El experto en la ley del Evangelio según San Lucas no pregunta sobre el significado del amor, pero pone a prueba a Jesús al preguntarle “¿quién es mi prójimo?” (Lucas 10:29). San Lucas nos dice que al formular esta pregunta el experto “quería justificarse” (Lucas 10:29), lo que podría implicar que ya estaba predispuesto a la noción tradicional de que el prójimo lo conforman los integrantes de la propia comunidad, alguien que comparte nuestras mismas costumbres, valores y creencias religiosas. Pero Jesús introduce la parábola del Buen Samaritano para corregir esta creencia.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

¿Cuál es la definición de Jesús del amor?

Jesús explica qué es el amor a través de la parábola del buen samaritano. El tema central de la parábola del buen samaritano es que debemos amar a Dios con todo nuestro ser y por sobre todas las cosas, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos; pero no en forma teórica, sino práctica. La parábola define al prójimo como esa persona cercana que necesita de nuestra ayuda, auxilio, socorro, atención, independientemente de su credo, nacionalidad, raza, etc.

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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com